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Madre con su hijo en las butacas de un teatro.Madre con su hijo en las butacas de un teatro.

El sueño: atención sin intermediarios a personas con discapacidad

La fundación Iluminemos por el Autismo busca espacios de entretenimiento para las personas con condiciones de neurodiversidad; cada vez más empresas están dispuestas a colaborar.

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10 de agosto de 2022

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Ivett Rangel

Que existan espacios para personas con condiciones de neurodiversidad sin que haya una organización de por medio es el sueño de Gerardo Gaya, presidente de la fundación Iluminemos por el Autismo, una organización sin fines de lucro.

Esto lo comenta a propósito del musical Aladdín, que ofrecerá una función relajada, es decir amigable para personas con trastornos del espectro autista, que se presentará el próximo 28 de agosto a las 13:00 horas en el Teatro Telcel. Toda la información sobre esta función, puedes encontrarla en La magia de Aladdín se adapta para personas con autismo.

“Que sucedan cosas así sin nosotros como organización, sino que nazca desde las propias empresas, que haya espacios o oportunidad para que vengan a convivir y para que cualquiera pueda estar en un entorno amigable”,  

expresa.

“Cuando hablamos de discapacidad y autismo con empresas, lo hacemos desde la parte del cumplimiento de la responsabilidad social, y perdemos la parte esencial que es servir a las personas con discapacidad como clientes. Somos una audiencia que nunca hemos tenido esas ofertas de servicio”.

Gaya aclara que no se trata de una función benéfica, sino de una función en donde el beneficio se le traslada directamente a los clientes que podrán adquirir boletos al 50 por ciento. 

“Desde que trabajamos con El Rey León hace cinco años, se nos han abierto muchas puertas y, ahora, podemos ofrecer una superproducción de Broadway a un público al que nadie nos atiende y al que nadie nos ofrece. Y para Aladdín hemos contado con todo el apoyo de una forma maravillosa”, señala.

Además de trabajar con Ocesa, responsable de esas obras musicales, la fundación Iluminemos por el Autismo ha colaborado con los parques Jump-In y Kataplum, así como con Recórcholis y Papalote Museo del Niño. 

“Son varias empresas y cada vez hay muchas más interesadas, poco a poco se está retomando todo”,

dice.

“Colaboramos con marcas, empresas, instituciones, colectivos, gobierno… Todo lo que nos permita poner el tema en la conversación pública”.

Y ya se había logrado tener funciones especiales con Cinépolis hasta en 32 ciudades, pero con la pandemia todo se detuvo.

“Se hicieron 174 pruebas piloto, y era una iniciativa aprobada y rentable que arrancaba en 12 ciudades e iba alcanzar 32 en 2020. Confío en que todo sucederá, y no sólo con Cinépolis, sino con todas las cadenas, que nos vean como un consumidor potencial”, recalca el presidente. 

Y es muy claro al explicar lo que se desea para las personas con condiciones de neurodiversidad, más allá de las adecuaciones técnicas para disfrutar de los sitios de entretenimiento tradicionales: busca espacios de empatía en los que si pasa algo, como una crisis en un niño, no habrá juicio social y no les van a pedir que se retiren.

“Soy idealista práctico y optimista racional, y me gusta creer que estamos mucho mejor que ayer, y que en los próximos tres o cinco años estas cosas sucedan de manera orgánica, que no venga una fundación a pedir, sino que salgan desde las mismas empresas estos servicios, y no solo para las personas dentro del espectro autista, sino también para las personas con síndrome de Down o síndrome de Williams, con TDAH o cualquier otra discapacidad”. 

Incluso hay personas convencionales que encuentran menos invasivas este tipo de funciones para su estilo de vida en el que prefieren un sonido moderado y con menos luces estridentes. 

“Cuando promovemos una función relajada resulta que también beneficiamos a otras personas, como adultas mayores o sin discapacidad”. 

Las personalidades también aportan 

Que la agrupación Coldplay haya invitado a Huillo, un niño mexicano con autismo, a tocar con ellos en el escenario o que sus conciertos sean inclusivos, pues recurren a la Lengua de Señas y a la tecnología para que personas sordas disfruten de sus presentaciones. 

O que otras celebridades hablen de sus discapacidades, como Michael J. Fox, Selma Blair o Millie Bobby Brown, permite que se visibilice el tema y se cree conciencia. 

“A partir de la visibilización se crea conciencia y la gente se vuelve más comprensiva, más empática”, recalcó.

¿Qué pueden hacer las personas neurotípicas para apoyar a las personas con condiciones de neurodiversidad que pueden tener una discapacidad no visible?

“Me conformaría con no juzgar, pero no estamos aquí para conformarlos, sino para informarlos e inspirarlos a que de la inclusión y de la aceptación de la diversidad en general nos convirtamos en una mejor sociedad”.

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Por Ivett Rangel