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La poliomielitis derivada de vacunas entorpece la lucha para erradicar el virusLa poliomielitis derivada de vacunas entorpece la lucha para erradicar el virus

La poliomielitis derivada de vacunas entorpece la lucha para erradicar el virus

La poliomielitis salvaje está casi erradicada, pero las cepas derivadas de las vacunas conservan su potencial paralizante. Existen mejores vacunas, pero sólo son una parte de la solución.

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22 de junio de 2023

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Cuando en 1980 se declaró erradicada la viruela, se abrigaron esperanzas de que el virus de la polio fuera el siguiente. Como resultado de una campaña de erradicación que comenzó en 1988, dos de los tres subtipos del virus ya se erradicaron y el tercero está controlado. Durante los últimos 12 meses, sólo se han notificado 21 casos de polio salvaje en niños de Afganistán, Pakistán y Mozambique.

Sin embargo, los casos de otros tipos de polio son elevados y preocupantes.  El año pasado se registraron 665 casos de polio de origen vacunal en 23 países. La poliomielitis de origen vacunal se produce cuando el poliovirus atenuado utilizado para fabricar vacunas orales recupera su virulencia.

En la última edición de la revista , Andrew Macadam y sus colegas del Instituto Nacional de Normas y Control Biológicos de South Mimms (Reino Unido), informan del desarrollo de nuevas vacunas antipoliomielíticas orales que reducen la probabilidad de que se produzcan brotes de los tipos 1 y 3 del poliovirus. Estas vacunas se crearon utilizando un método empleado anteriormente para fabricar una nueva vacuna antipoliomielítica de tipo 2 conocida como nOPV2.

Los científicos utilizaron la ingeniería genética para reducir drásticamente la probabilidad de que el virus atenuado recupere su virulencia. Las dos últimas vacunas se probaron en ratones y resultaron eficaces, seguras y estables. Ahora se están probando en humanos. Si su seguridad y eficacia son tan buenas como las de la vacuna nOPV2, estarán cubiertos los tres subtipos de poliovirus.

Desde marzo de 2021, la vacuna nOPV2 se ha administrado a más de 650 millones de niños en 30 países. Pero aunque la nOPV2 es mucho más estable genéticamente que su predecesora, también puede recobrar virulencia. Hasta ahora, lo ha hecho en cuatro ocasiones distintas, en Nigeria y en la República Democrática del Congo. Esto se debe probablemente a que las campañas de erradicación no están llegando a suficientes niños, y refuerza lo que los investigadores y los funcionarios de salud pública ya saben: para erradicar la poliomielitis, los avances científicos deben ir de la mano de iniciativas integrales de salud pública.

¿Por qué aumentan los casos?

Los niños de comunidades insuficientemente inmunizadas quedan expuestos a brotes de poliomielitis de origen vacunal. En los últimos años, la mayoría de los brotes se han producido en África subsahariana. Sin embargo, también se ha detectado poliomielitis de origen vacunal en muestras de aguas residuales del Reino Unido, Canadá, Israel y Estados Unidos, y en los dos últimos países se ha dado un caso de poliomielitis paralítica de origen vacunal.

El aumento del número de brotes de poliomielitis derivada de la vacunación tiene varias causas. La pandemia de COVID-19 complicó las campañas de vacunación y la supervisión. Las catástrofes y los conflictos, que suelen producirse en países vulnerables a la poliomielitis, han hecho lo propio. Además, algunos países decidieron retrasar sus respuestas a los brotes y esperar a recibir suministros de la vacuna nOPV2, en lugar de utilizar la vacuna de tipo 2 más antigua. Un modelo, publicado originalmente en 2021, sugería que este retraso aumentaría el riesgo de que se produjeran brotes.

Los cambios al más alto nivel en la forma de dirigir las campañas contra la polio es otro factor subyacente al deterioro de algunas campañas, según varios investigadores con los que Nature habló para este contenido.

En todo el mundo, la erradicación de la poliomielitis se ha gestionado desde hace mucho tiempo por la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Poliomielitis (GPEI), una asociación con sede en Ginebra (Suiza) que incluye a gobiernos nacionales, financiamientos  filantrópicos y la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, la OMS está supervisando ahora un plan para transferir algunas de las actividades de la GPEI a los programas nacionales de inmunización y supervisión de la enfermedad. Para ello, la GPEI ha traspasado parte de la responsabilidad a la OMS y ésta ha ayudado a los programas nacionales a gestionarse de forma independiente.

El problema de la «transición»

La transición no ha sido fácil. Ha habido déficits de financiamiento, se ha perdido personal experto, la gobernanza ha flaqueado en algunos países y la moral ha decaído en otros. Un informe publicado en abril de 2022 por la Junta de Seguimiento Independiente (IMB), un grupo de expertos en salud mundial al que la GPEI encarga evaluaciones periódicas de los progresos, crítica el proceso de transición en algunos países (véase go.nature.com/3qhjk6a).

Un portavoz de la OMS declaró a Nature que, tras encargar un informe independiente más reciente, el programa de transición acepta que «se desconectó demasiado pronto en algunos de estos países», y afirmó que está elaborando un enfoque más matizado, país por país.

La publicación de un nuevo informe independiente a finales de este mes, revelará más información sobre el progreso de la transición. A largo plazo, tiene sentido integrar los formidables recursos contra la poliomielitis de la GPEI en los programas nacionales de inmunización. Pero es crucial que esto se haga de forma que no socave los progresos ya realizados. La GPEI tiene que estar presente.

Incluso el uso de la palabra «transición», combinada con el conocimiento de que el poliovirus salvaje ha desaparecido, o casi,  puede, por desgracia, afectar negativamente el compromiso de llevar a cabo campañas contra la polio, como señala el informe de la IMB. 

El trabajo en la actualidad

En Nigeria en particular, el anuncio en 2020 de que el poliovirus salvaje había sido eliminado dio lugar a una complacencia poco adecuada para hacer frente a la poliomielitis de transmisión por vacuna.

Mientras tanto, los científicos disponen de otras herramientas para avanzar en la campaña de erradicación de la poliomielitis. En la actualidad, la confirmación de que una muestra de aguas residuales contiene poliovirus puede tardar varias semanas. Varios grupos de investigación están trabajando en tecnologías para reducir este desfase.

Por otra parte, Macadam y sus colegas están desarrollando una forma del virus que es inactiva in vivo. Esperan que esto pueda sustituir algún día al virus infeccioso que se utiliza actualmente para fabricar vacunas. Y los científicos dirigidos por David Rowlands, de la Universidad de Leeds, Reino Unido, están desarrollando una vacuna a partir de partículas similares al virus. De tener éxito, no se necesitan virus vivos para fabricar vacunas.

Resulta esencial que los investigadores sigan avanzando en la investigación y la tecnología de las vacunas para combatir el aumento de la poliomielitis derivada de la vacunación. Pero las nuevas vacunas no funcionarán si permanecen en sus viales. Para que el mundo vea el final de la poliomielitis de origen vacunal, es necesario que los frutos de la investigación y el desarrollo de vacunas se pongan en manos de personal altamente motivado y bien financiado que opere en programas adaptados al paisaje local, y que la transición de la gestión de la poliomielitis de la GPEI al control nacional no socave la erradicación. Sólo entonces podremos enviar a la polio por el mismo camino que a la viruela.

Publicado en Nature.com / Traducción: Graciela González

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