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El mal de Chagas y sus efectos discapacitantes

Cada año se registran 30 mil nuevas infecciones en todo el mundo y en América Latina suman más de 70 millones de personas las que están expuestas a la enfermedad.

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21 de abril de 2023

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Itzel Ramírez

En una escuela de América Latina, unos educadores fueron a explicar cómo se transmite el mal de Chagas; luego, un alumno dijo que él había nacido con esa enfermedad pero se había curado, al día siguiente, padres de otros alumnos pidieron que el niño dejara de asistir al colegio para que no contagiara a sus hijos.

La anécdota sirve para evidenciar los prejuicios y desconocimiento que rodean a la enfermedad, estimó Silvia Gold, bioquímica y presidenta de la Fundación Mundo Sano en una nota de El País.

“La realidad es que aquel niño latinoamericano difícilmente habría podido contagiar a sus compañeros de clase. El mal de Chagas infecta al ser humano mediante insectos, concretamente las vinchucas (una especie de chinche), que defecan en la piel de la persona y, cuando esta se rasca, el parásito que está en las heces, llamado Tripanosoma cruzi, entra en su organismo”, explicó el medio.

La persona infectada puede transmitir la enfermedad si dona sangre u órganos, si está embarazada o, muy raramente, por vía oral.

Quim Gascón, responsable del Programa Chagas en el Instituto de Salud Global de Barcelona, dijo que, al ser una enfermedad ligada a la pobreza y estigmatizada, solamente pocas personas son diagnosticadas y, por tanto, tratadas.

Endémica en 21 países, la enfermedad de Chagas fue diagnosticada por primera vez en humanos el 14 de abril de 1909 por el investigador brasileño Carlos Ribeiro Justiniano Chagas.

Cada año en ese día, la Organización Mundial de la Salud “recuerda que esta patología es un desafío global, ya que hay entre seis y siete millones de personas infectadas en todo el mundo. Pero subraya que se puede tratar y, si se llega al paciente en la etapa inicial y en una edad temprana, la curación total es posible”.

Originaria de Bolivia, María Guilda Romero llegó a España hace 20 años. Sentía entonces un gran cansancio -para sus 37 años- y que el corazón se le ‘aceleraba’.

Cuando participó en una campaña de donación de sangre le llegó el diagnóstico, tenía la enfermedad de Chagas.

“Entonces no había medicamento. Me curaron la anemia y me hicieron controles para todo lo demás. El fármaco llegó a España en 2008, lo tomé dos meses y mejoré rápidamente. Afortunadamente, ninguno de mis siete hijos nació con la enfermedad”, dijo la mujer.

Actualmente, Romero preside la Asociación de Chagas de la Comunidad Valenciana, que invita a migrantes a hacerse una prueba y convoca a los médicos de la región para que tengan en cuenta la enfermedad cuanto atienden pacientes de las zonas endémicas.

Las complicaciones de la enfermedad

De acuerdo con el medio, cerca del 30 por ciento de las personas que tienen la enfermedad desarrollará complicaciones graves, principalmente cardiacas, digestivas o neurológicas, mientras que el resto no tendrá síntomas a lo largo de su vida.

“Por ello, salvo en el caso de los bebés infectados por sus madres, al resto de enfermos se llega cuando el Chagas ya se ha cronificado o cuando sus efectos son graves. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) calcula que, en el mejor de los escenarios, sólo se identifica un 10 por ciento de los casos en el mundo”,

apuntó el texto.

El Chagas es una de las 20 enfermedades que la Organización Mundial de la Salud considera desatendidas y que espera que a mediano plazo se erradiquen, pues afectan a más de mil millones de personas en zonas tropicales y pobres.

Cada año se registran 30 mil nuevas infecciones en todo el mundo, con 10 mil muertes y 9 mil niños nacidos con el parásito, además de que 70 millones de personas en América están expuestas a la enfermedad, indica la OPS.

Uno de los objetivos actuales es hacer una prueba a las mujeres embarazadas de las zonas endémicas de la enfermedad para evitar que se transmita al feto, o bien, que una vez nacido el bebé se aplique tratamiento para erradicarlo en madres e hijos.

Expertos indican que aunque en América Latina la prueba prenatal de detección de Chagas es obligatoria en varios países, no siempre se realiza.

“En España se practica en algunas comunidades autónomas y es inminente que el Ministerio de Sanidad la incluya en los cribados que se hacen a las embarazadas procedentes de zonas endémicas. En Murcia, por ejemplo, estas pruebas prenatales han logrado cortar totalmente la transmisión congénita de la enfermedad, algo inédito en el mundo”, observó el reportaje.

Actualmente el tratamiento para Chagas consiste en dos fármacos que se toman por un periodo corto de tiempo, en bebés y personas jóvenes, la curación es generalmente completa; mientras que en personas de edad avanzada y con síntomas, se puede frenar el avance del parásito. 

Por Redacción Yo También

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