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Fotografía de un hombre joven, con la cabeza agachada cubierta completamente por ambas manos, la fotografía tiene fondo de color negro y tonos oscuros, solo se aprecia la silueta del hombre con un pequeño destello de luz, viste una playera de color gris y se notan los músculos de sus brazos.Fotografía de un hombre joven, con la cabeza agachada cubierta completamente por ambas manos, la fotografía tiene fondo de color negro y tonos oscuros, solo se aprecia la silueta del hombre con un pequeño destello de luz, viste una playera de color gris y se notan los músculos de sus brazos.

Salud mental: la otra pandemia

La crisis global por la COVID-19 aumentó los casos de personas con depresión y ansiedad.

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13 de enero de 2022

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Redacción Yo También

Por Redacción Yo También

Un reporte de la revista Lancet indicó que, debido al impacto de la pandemia de COVID-19, los casos de depresión y ansiedad han aumentado de forma colosal. Según el estudio hay 53 millones de casos nuevos de personas que viven con depresión y 76 millones de casos nuevos de individuos con ansiedad.

La investigación, que se realizó en 204 países, fue la primera en medir el impacto de la crisis de salud global en términos de salud mental.

En el mismo sentido y con estos datos, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) destacó el efecto devastador de la pandemia en la salud mental y el bienestar de las poblaciones latinoamericanas, como consecuencia de, entre otras cosas, las interrupciones de los servicios de asistencia psicológica en la región.

El doctor Anselm Hennis, Director de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de la OPS, señaló que las personas hemos estado operando en “modo crisis” desde el comienzo de esta situación y que al reto de manejar el miedo a infectarse o el duelo de perder seres queridos se han sumado emergencias como el desempleo, la pobreza y la inseguridad alimentaria. Quienes más han sufrido son las personas con condiciones mentales preexistentes, las mujeres (dado que aumentaron los casos de violencia doméstica), los jóvenes, los empleados sanitarios de primera línea y los sectores de menor nivel socioeconómico.

Un área abandonada

La salud mental ha sido durante mucho tiempo un área descuidada de la salud pública en la región, aseguró el doctor Renato Oliveira, jefe de la Unidad de Salud Mental en la OPS. Antes de la aparición de la COVID-19 se calculaba que condiciones como la depresión y la ansiedad podrían costar a la economía planetaria unos 16 billones de dólares.

Los especialistas llamaron a los gobiernos a aprovechar la coyuntura para reforzar la atención en los servicios de consejería, psiquiatría y apoyo psicológico, hacer inversiones adicionales urgentes y priorizar la atención de los grupos vulnerables.

En México la depresión ocupa el primer lugar de discapacidad para las mujeres y el noveno para los hombres. Datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) previos a la pandemia indican que la depresión en el país afecta a 15 de cada 100 habitantes y la cifra podría ser mayor. La condición ocurre muchas veces en simultáneo con la ansiedad y el consumo de sustancias adictivas.