Logotipo de Yo También
Niño conviviendo con compañeros con discapacidad auditiva en su receso escolar.Niño conviviendo con compañeros con discapacidad auditiva en su receso escolar.

Los sueños se hacen realidad gracias al libro digital: hacia la inclusión educativa

En Paraguay existe una escuela que es modelo de inclusión, donde todo el alumnado se comunica en Lengua de Señas, tenga o no discapacidad.

Ícono de calendario

12 de abril de 2023

Ícono de autor

Itzel Ramírez

Sociable y fan del fútbol, Thobías no entendía por qué en su escuela le prohibían usar Lengua de Señas con sus compañeros. Solamente podía vocalizar o leer los labios, algo que terminó por quitarle las ganas de ir a estudiar.

Ahora, Thobías cursa el noveno grado en la escuela Medalla Milagrosa, una pequeña institución a 20 kilómetros de Asunción, la capital paraguaya.

Aquí, explica https://www.unicef.org/paraguay/stories/los-sue%C3%B1os-se-hacen-realidad-gracias-al-libro-digital-hacia-la-inclusi%C3%B3n-educativa-en Unicef (el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia), todos los estudiantes aprenden a comunicarse en Lengua de Señas.

“Desde preescolar hasta el noveno grado, las clases se imparten utilizando el español o el guaraní, y mediado por intérpretes de Lengua de Señas, quienes dan sus lecciones con esta modalidad. Thobías (…) ahora tiene 16 años, muchos amigos, hace deportes y está con todas las intenciones de cumplir con sus sueños de ser futbolista profesional”, indica la organización.

La escuela Medalla Milagrosa, privada y subvencionada, implementó desde hace 15 años un sistema para que toda la comunidad educativa se comunique con Lengua de Señas; igualmente adaptó sus aulas y pasillos con rampas para estudiantes en silla de ruedas.

“La razón de todo esto tiene como inspiración, precisamente, a Thobías, el hijo menor de la profesora Karimi Yaluff, directora y fundadora de la escuela. ‘Queríamos una educación real para Thobías pero no encontramos una escuela donde él se pueda desenvolver. Costó mucho, por eso nosotros decidimos dedicarnos a esto y así nació nuestra escuela’”, cuenta el reporte.

Inicialmente, Medalla Milagrosa tenía 14 alumnos, hoy tiene 126 y el 70 por ciento de ellos tiene alguna discapacidad.

Incluso estudiantes sin discapacidad se comunican con Lengua de Señas, lo que muestra el avance en el objetivo de la escuela de crear un sistema de equidad en el acceso a la educación.

Lorena, compañera de Thobías, es oyente, es decir no tiene discapacidad auditiva. Al principio, la estudiante no entendía bien la comunicación en Lengua de Señas, lo que no la hacía sentir cómoda.

“Pero ahora, que ya lleva años en esta institución, afirma que es lo mejor que le pudo pasar. ‘Entender con las manos lo que la otra persona me está diciendo, entender lo que siente, lo que quiere, para mí es muy grande, siento que es muy lindo aprender esto porque estoy segura de que me va a servir para ayudar a mucha gente’”, contó la estudiante.

En la escuela se usa desde este año un libro digital accesible, un programa piloto en el que un intérprete de Lengua de Señas explica lo que dice el audio.

“El objetivo es que todos los estudiantes, cualquiera sea su forma de aprender, puedan seguir las lecciones y dinámica del aula”,

cuenta el reporte.

El proyecto es impulsado por Unicef y se busca que sea replicado en todo el país, como una apuesta por la educación inclusiva.

El libro digital accesible fue elaborado por técnicos, especialistas y pedagogos del Ministerio Educación y Ciencias y de la organización Paraguay Educa.

Alejandro Cañete, coordinador de Educación de Paraguay Educa, consideró que el libro digital accesible ofrece que niñas y niños con y sin discapacidad tengan el mismo aprendizaje.

“Yo creo que esto realmente puede cambiar nuestra sociedad. Siento que es un primer paso, una experiencia muy importante”, dijo Cañete.

Jessica Yuruhán, profesora en la escuela Medalla Milagrosa y familiar de personas sordas, dijo que el entorno educativo significa una diferencia importante en el desarrollo de las personas con discapacidad auditiva.

“Mi papá es sordo y en casa somos cuatro hermanas. Dos son personas sordas y dos somos oyentes. Si él o ellas tenían la oportunidad que ahora tienen los estudiantes de nuestra escuela de comunicarse, de expresarse con las manos, yo estoy segura de que iban a tener una mejor calidad de vida”, consideró la profesora.

Por Redacción Yo También

Te interesa: