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Cuando los legisladores descubrieron que las personas discapacidad en México usaban celulares y veían televisión

Se cumplen 10 años de la ley que modificó las reglas de uso y derechos de telefonía y televisión donde se incluyeron, en el último momento y por presión social, responsabilidades sobre inclusión y accesibilidad para personas con discapacidad. Aún quedan muchos derechos a deber.

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14 de junio de 2023

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Bárbara Anderson

*-“Es un tema importante y quiero invitarte a que te sumes con un grupo de personas que estamos buscando que la Reforma en Telecomunicaciones sea accesible e inclusiva para personas con discapacidad”. *

La invitación del otro lado del teléfono me la hacía Katia D’Artigues, una periodista de política con quien habíamos coincidido un par de veces y que conocía de primera mano que yo era, desde hacía poco más de un año, mamá de un niño con parálisis cerebral. Hasta esa llamada yo no tenía incorporadas ni el concepto ni las implicaciones de esas dos palabras. 

Me lo explicó con peras y manzanas y me invitó a una cruzada para incorporar en esta enorme Reforma Constitucional un capítulo que hiciera puntual referencia a los cambios que se necesitaban en este sector. 

–*”Es la oportunidad. Si no lo hacemos ahora, ya no habrá chance cuando aprueben la Reforma. Porque hasta ahora no hay ni una línea en todo el texto de la ley que tenga en cuenta a las personas con discapacidad”. *

Como directora en Milenio y columnista de negocios, seguía el tema de la mejor conocida Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, pero sólo desde el punto de vista económico, porque era la reforma que le iba a poner coto a dos agentes preponderantes (como se le llama a las empresas que ostentan más de 50 por ciento de un mercado), a dos gigantes como Televisa y América Móvil. 

Nos lanzamos a la conquista de los derechos de -decíamos en ese momento- 5 por ciento de la población mexicana que el Censo 2010 calculaba en el país. Teníamos una capitana de lujo: la abogada especializada en este sector (y con un alto nivel de pedagogía en sangre) como es Clara Luz Álvarez, quien ha publicado un exhaustivo trabajo sobre esta ley y la inclusión. 

Abrazar una causa de manera permanente

Y así me subí a un barco sin saber que nunca más me bajaría de él. Esto del activismo y de impulsar causas en pos de una minoría es como heredar un par de anteojos embrujados que te hacen ver una realidad que nunca más puede ser invisible a tu mirada. 

Rapiñando horas a las agendas de periodistas y madres (su hijo Alan tenía apenas 7 años en esos tiempos) nos juntabamos a altas horas de la noche a revisar desde nuestras computadoras los textos, para que ella al otro día hiciera su viacrucis en el Congreso y yo lo propio con empresas (desde el propio Televisa a las operadoras más pequeñas de telefonía). 

Recuerdo a un reconocido abogado en una de estas empresas que me dijo un día muy ofuscado “¿y tú qué traes con este tema? Se trata de inversiones enormes que tienen que hacer las empresas.. ¿no eras periodista de negocios acaso?” y le dije que lo hacía por mi hijo Lucca y su cara cambió, ya no sabía con cual otro adjetivo sacar su pata de dónde la había metido y al final hasta nos dedicó unas líneas en una columna de opinión, cuando la ley finalmente se aprobó (en tiempos de Pacto por México) por unanimidad y con un capítulo completo como lo soñaba Katia -mientras inventaba #hashtags para ser trending topic la noche de la votación del pleno: #AccesoDiscapacidad #LeyTelecom. 

La tormenta de redes sociales (que no tenían hace 10 años el tráfico ni los bots actuales) y la presión uno a uno, logró su cometido y de no tener ni una línea, se logró un capítulo entero. 

Y eso fue un parteaguas y un ejemplo de que la persistencia con inteligencia paga.

La inclusión de todo un capítulo no tuvo, incluso mucho apoyo desde la persona que era titular en Conadis, en ese momento. Desde la misma institución creada justo para impulsar la aplicación de políticas públicas y legislación para personas con discapacidades. Aunque estaba convencida de la necesidad de incluir derechos de personas con discapacidad en la nueva ley no creía que se pudiera incluir mucho más. “Cada palabra es muy difícil de meter en una nueva ley, no sé si lo sepas”, dijo.

“Recuerdo que meses más tarde, en la consulta a organizaciones civiles para la ley de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, Alejandro Encinas, que entonces era presidente del Senado, al darme la palabra dijo ‘Y Katia… que vaya que le salió bien la inclusión de discapacidad en la Reforma de Telecomunicaciones’”, me recordó justo hoy la mismísima Katia. 

De cero a 100

Esta ley, que traía todo el peso de acuerdos previos del presidente Enrique Peña Nieto (el famoso Pacto por México), tenía un mar de temas de alto peso en su interior: la incidencia económica de grandes operadores que concentraban más de 50 por ciento de sus mercados y para los cuales se acuñó una palabra mexicana: “preponderantes”, conectividad, internet, nuevas reglas de regulación de tarifas, más competencia y atracción de inversiones en este sector, nuevas medidas de interconexión, aumentar la cobertura geográfica y poblacional de los servicios de telecomunicaciones y bajar las tarifas en un sector donde grandes intereses no permitían disminuir los costos a los usuarios. 

A pesar de que fue una ley moderna, pionera en Latinoamérica y casi dictada punto por punto por la OCDE, no tenía en su adn ni un solo cromosoma de inclusión ni de accesibilidad.  

“Y todo se tenía que hacer al mismo tiempo y rápido para aprovechar la coyuntura legislativa”, me recordó un cabildero esta semana, “y en ese fragor tal vez el tema de la accesibilidad no fue tan poderoso como los demás o le faltó un embajador interno, o en el Poder Legislativo que lo abrazara a lo largo de la promulgación y puesta en vigor, con la misma fuerza de quienes lo impulsaron para que se cumplieran todos los acuerdos”. 

¿Qué pedíamos desde la sociedad civil? Acceso parejo, derechos que incluso estaban contemplados en un tratado del que somos parte, como la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y que ya eran una realidad en países que se habían usado como referencia para la creación de la Reforma:

  • Subtítulos en todas las pantallas

En todos los contenidos de todos los medios audiovisuales (tv y digitales)

  • Video descripción para personas con discapacidad (pcd) visual

Hoy son una obviedad en los sistema de streaming, pero no existían en el radar

  • Teléfonos públicos / Casetas de internet

A pesar de la casi desaparición hoy de este servicio debido a la enorme penetración de la telefonía móvil, la propuesta exigía que las mismas fueran bajas, para que fueran accesibles a personas usuarias de sillas 

de ruedas 

  • Servicio de retransmisión/Centros de relevo

Para atender a usuarios de telefonía oyentes con usuarios con discapacidad 

Auditiva, un modelo que envidiamos de Colombia.

  • Páginas web 100 por ciento accesibles 

Era una selva menos frondosa la de los sitios de internet, pero aún hoy sigue siendo apenas 1 por ciento de las 2 millones de páginas que se calculan están en el país. 

  • Servicio de emergencias para pcd auditiva

Recién en abril de este año, en Yucatán habilitaron el primer 911 de estas características

  • Telefonía accesible

Que los operadores ofrezcan al menos un equipo en sus inventarios que tengan funcionalidades para ser accesibles a personas con discapacidad visual, motriz, 

auditiva y cognitiva.

  • Difusión de información en los medios que sea 100 por ciento accesible

Si bien ha ido en aumento pero sigue siendo muy baja y poco consistente esta obligación, contando aún hoy con ninguna medio de comunicación (excepto el nuestro, ejem..) que sea un portal para todos. Lo mismo para canales de tv, radio y medios digitales.

  • Estadística sobre usos de telecomunicaciones y pcd

Hay datos en el IFT y cruces con encuestas a hogares de INEGI. Lo que no existen son políticas que hagan mover esos datos, como aumentar drásticamente el acceso a internet y TIC a las pcd.

  • Defensa de las audiencias

Una instancia para hacer valer los derechos de todas las audiencias, incluidas 

aquellas con discapacidad. Sigue en un libro jurídico sin poder haber sido habilitado.

  • Reconocimiento

Las pcd tienen derecho a verse representadas e incluidas en los contenidos audiovisuales. La propia Clara Luz Alvarez publicó hace unos meses que sólo poco más de 3 por ciento de los contenidos televisivos tuvieron a pcd en la pantalla. 

“La Reforma dio pasos importantes al establecer los derechos de las personas con discapacidad. Se han tomado acciones para hacer los servicios más accesibles, pero los avances son desiguales en las telecomunicaciones y en la radiodifusión. Hay todavía mucho por hacer, sobre todo en materia de los derechos de las audiencias con discapacidad”, me comentó Elena Estavillo, directora general del Centro-i para la Sociedad del Futuro. 

¿Qué quedó finalmente?

La Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión establece desde junio de 2013 que las audiencias con discapacidad tienen derecho “a que se promueva el reconocimiento de sus capacidades, méritos y habilidades, así como la necesidad de su atención y respeto” (artículo 258 fracción II). Además, se estableció que el gobierno federal suscribirá convenios con los

concesionarios de televisión para que incorporen programas de formación, sensibilización y participación de las pcd con fundamento en la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad.

En específico estos fueron los puntos que sí quedaron en la Constitución mexicana hace 10 años, a fuerza de lobby civil: 

  1. La obligación de los canales de televisión de contar con una guía electrónica de programación, y con servicios de subtitulaje o doblaje al español y Lengua de Señas Mexicana para accesibilidad a las personas con debilidad auditiva, los cuales deberán estar disponibles en al menos uno de los programas noticiosos de mayor audiencia a nivel nacional. (Artículo 161).  

  2. Los usuarios con discapacidad gozarán del derecho a: 

  • Solicitar y recibir asesoría de los concesionarios sobre el uso de los servicios de telecomunicanes

  • Contar mediante formatos accesibles para la contratación de servicios

  • Contar con equipos terminales que tengan funcionalidades, programas o aplicaciones que permitan la accesibilidad de las personas con discapacidad motriz, visual y auditiva.

  • Acceder a un número telefónico para servicios de emergencia, armonizado a nivel nacional y, en su caso mundial, que contemple mecanismos que permitan identificar y ubicar geográficamente la llamada y a que las instalaciones o centros de atención al público de los concesionarios o autorizados cuenten con adaptaciones, modificaciones o mecanismos para que las personas con discapacidad puedan recibir atención,

  • Acceder a páginas o portales de internet, o números telefónicos de atención al público de los concesionarios cuenten con funcionalidades de accesibilidad. (Artículo 200)

  • Los portales de internet de las dependencias de la Administración Pública Federal, así como de organismos públicos descentralizados, empresas de participación estatal, del Congreso de la Unión, del Poder Judicial de la Federación, de los órganos constitucionales autónomos; así como de las dependencias de la Administración Pública, de los poderes legislativo y judicial de las entidades federativas y del Distrito Federal deberán contar con funciones de accesibilidad para pcd. (Artículo 201)

En 2016, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el órgano ex profeso creado para regular este sector, fue quien expidió los lineamientos de accesibilidad para hacer viables los puntos anteriores. Fue el primer país de Latinoamérica en contar con estas especificaciones. También presenta cada año desde 2018 reportes anuales en materia de accesibilidad en los operadores del sector. 

¿Qué faltó?

Los puntos débiles que siempre se criticaron a la nueva Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión fue la falta de claridad en los tiempos límites que los operadores tenían para cumplir con las obligaciones en favor de los derechos de las pcd  y de la nula presencia de sanciones específicas a quienes no cumplieran con estas nuevas obligaciones constitucionales en pos de la accesibilidad y la inclusión. 

Ante la laxitud de estas condiciones e incentivos nulos para el cumplimiento de las mismas, quedaron muchos pendientes que siguen sin tomar en cuenta al 100 por ciento de los usuarios de telefonía y televisión en el país. 

Uno de los puntos que quedó entre los grises de esta enorme maraña de cambios fueron los derechos de las audiencias, no se ha podido establecer lineamientos definitivos sobre los mismos. En este aspecto hubo acciones legales presentadas por los propios concesionarios, y que han llegado hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación. 

“Aunque los derechos de las audiencias en temas de accesibilidad no se impugnaron, los lineamientos establecían las formas de cumplirlos; por ejemplo el tamaño que debería tener el recuadro para la intérprete de Lengua de Señas Mexicana, el tamaño del subtitulaje, el color, etc. Eso se impugnó y nunca se pudo aplicar. La SCJN ya le dió la razón al IFT, pero todavía no se restablecen los lineamientos en la práctica”, explica Elena Estavillo. Tampoco se ha designado un Defensor de las Audiencias en la televisión abierta, quien podría velar por el cumplimiento de la accesibilidad obligada en la ley. 

“La necesidad por impulsar la accesibilidad en telecomunicaciones, a 10 años de la Reforma, sigue tan vigente como el espíritu de la ley 2013, es decir que estamos a tiempo de seguir impulsando para que se cumplan”, afirma Daniel Ríos Villa, vicepresidente adjunto de Asuntos Externos y Sustentabilidad de AT&T México. 

Visto en perspectiva, que maravilla que aquella invitación telefónica de Katia en 2013 se haya convertido en un capítulo completo, en decenas de hojas reforzando los derechos de todos los usuarios mexicanos sin importar su condición y los miles de beneficiarios que hoy pueden disfrutar de inmensos catálogos de Netflix o Disney con audiodescripciones, que en todas las tiendas de telefonía del país existan modelos de celulares que incluyan aplicaciones para personas con alguna discapacidad, que en Yucatán alguna persona sorda pueda hacer un pedido por videollamada y que estemos acostumbrando nuestro ojo a ver el cuadro inferior de la pantalla a un intérprete de Lengua de Señas Mexicana y que cada día recibamos alguna consulta de empresas o de medios amigos que quieren, como nuestro sitio, ser accesibles. 

A veces los ejemplos arrastran más que los anexos de las Reformas y es nuevamente la gente la que reclama lo que, a diferencia de 2013, ahora sí sabe que es posible reclamar a los operadores de telefonía y televisión. 

No existen leyes perfectas, pero siempre vale más un ‘poco’ versus la ‘nada’ que se estaba por aprobar por estas fechas, con un país muy diferente políticamente al de hoy, y sin dudas mucho menos accesible.

Por Bárbara Anderson

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