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Saúl Mendoza, atleta paralímpico mexicano en una competenciaSaúl Mendoza, atleta paralímpico mexicano en una competencia

“En 20 o 30 años, nada ha cambiado”: Saúl Mendoza

El multimedallista paralímpico Saúl Mendoza, quien ahora entrena y rehabilita a militares de EEUU que contraen discapacidad, lamenta la falta de apoyo para el deporte adaptado.

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4 de julio de 2023

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Julio Ramírez

El atleta en retiro Saúl Mendoza Hernández lamenta que en el deporte mexicano las cosas permanezcan igual que hace dos o tres décadas tras las que ha crecido el respaldo, pero aún falta mucho para que los atletas paralímpicos puedan llevar un ritmo de vida que los haga más competitivos.

Saúl Mendoza, considerado el atleta paralímpico más exitoso de México, lamenta que el estado actual del deporte convencional y adaptado presente pocos avances y los deportistas sean objeto de escándalo por los atropellos de las autoridades deportivas, como el caso de las integrantes del equipo de nado sincronizado que venden ropa y toallas para juntar el dinero y poder ir a las competencias.

“Es muy triste saber que en 20 o 30 años el deporte no ha cambiado. Soy de la camada de Ana Guevara, quien básicamente vivió las mismas vicisitudes que se están viviendo 25 años más tarde”.

“Es una tristeza porque el deporte en México yo creo que debe de tener un estatus como un trabajo de tiempo completo, porque es lo que es”, expresa el multimedallista paralímpico que emocionó a todo el país al verlo en las pistas.

Mendoza afirma que un deportista tiene que dedicarse 24 horas al día a prepararse porque, además de los entrenamientos, hay que tener tiempo y condiciones para un buen descanso, una dieta estricta y adquirir equipo de entrenamiento, el cual es muy caro.

“En la actualidad, una silla de carreras cuesta de 10 mil a 40 mil dólares. Para estar en un nivel internacional necesitas el apoyo gubernamental de los programas, de las federaciones, de la Conade, para alcanzar estos niveles tecnológicos y físicos”, expone.

“Si los atletas no tienen un apoyo de ese tipo, va a ser muy difícil alcanzar la competitividad y obviamente es un rezago en los programas olímpicos y paralímpicos de México”.

Reinventarse… cada 4 años

La falta de apoyo de las autoridades obliga a que los deportistas nacionales se adapten ante las circunstancias para poder salir adelante y se reinventen. Eso es lo que pasó con la selección de nado sincronizado y muchos otros, quienes han tenido que buscar recursos en otras partes.

“El estado de ánimo es el que en ocasiones se afecta, afortunadamente los atletas, por estar ya en este ambiente, tenemos una mentalidad que nos estamos reinventando constantemente y yo creo que es la magia del deporte porque un atleta tiene que diseñar su vida en cuatro años si quieres ir a los Juegos Olímpicos.»

“Y después de cuatro años te tienes que reinventar, encontrar una nueva forma de desarrollo y ver qué es lo que vas a hacer en los próximos cuatro años. ¿Te vas a retirar?, ¿vas a seguir entrenando?, ¿tienes los apoyos?, ¿con lo poquito o mucho que tienes puedes seguir adelante?…”

“El atleta realmente siempre está creando una mentalidad de lucha, una mentalidad de fuerza y esa es la diferencia entre la medalla de oro y la medalla de plata y la medalla de bronce”, subrayó.

Saúl Mendoza y su vida en Estados Unidos

Luego de haber sido campeón paralímpico, logró tomar un trabajo en Estados Unidos, pero tuvo que dejar a su familia en México.

“En 1996 me vine a Estados Unidos, para Atlanta 96, a entrenar para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, patrocinado por una fábrica de sillas de ruedas. En mi interior, pensaba que eran mis últimos Juegos Paralímpicos y que ya me iba a retirar, pero afortunadamente al estar aquí y saber que había un circuito profesional tanto nacional como internacional, me integré, comencé a hacerlo muy bien, y en la fábrica se emocionaron y nunca me dejaron regresar a México”, recuerda.

“De ahí en adelante más de 15 años compitiendo por México, siempre representando a México, a nivel internacional, yo creo que lo más importante siempre (participé) con la bandera. Sí ha sido difícil porque obviamente el deporte paralímpico se ha tenido que desarrollar en México, sé que ahora hay más apoyos, pero hace 23 años o más no había muchos apoyos, eran muy limitados, eran básicos y eso me obligó a emigrar a otro país y cambiar mi cultura, sacrificar a mi familia, soy el único de mi familia que está en San Antonio, Texas”.

Falta mayor apoyo y reconocimiento oficial

Considera que en dos décadas el deporte adaptado ha tenido más respaldo pero hace falta mucho más reconocimiento y apoyos oficiales, además de que se emprenda una campaña para el combate a la obesidad infantil.

“En general los atletas creo que ya estamos acostumbrados a seguir encontrando nuestra forma de desarrollo y yo creo que más bien lo que tenemos que hacer es trabajar en la mentalidad, educación, en entender que el deporte es una forma de vida, una forma desarrollo e inclusive inculcárselo a las nuevas generaciones”, señala.

El atleta en retiro señala que en México sí se percibe una diferencia en el trato entre los deportistas olímpicos y los paralímpicos.

“El programa paralímpico ha crecido bastante, sin embargo, en el tiempo que yo pude relacionarme con la Federación de Silla de Ruedas (Federación Mexicana de Deportes Sobre Silla de Ruedas) y la Conade, sí se ha visto siempre esa diferencia porque desafortunadamente muchas de las cuentas no son claras y como atleta sigues gastando y sigues invirtiendo y lo único que hace la gente de la Federación es darte vuelta para que no les cobres, de tal manera que no quieren crear un vínculo de amistad o ningún tipo de vínculo con los atletas, especialmente si estás saliendo adelante por tu cuenta para que no haya esa reclamación”, asegura.

Ahora entrena a militares para recuperar sus vidas

En su vida como profesional, Saúl Mendoza ganó siete medallas paralímpicas y dos más en Juegos Olímpicos de exhibición. Hoy es entrenador de soldados jóvenes combatientes en la guerra quienes perdieron un miembro y buscan salir adelante en Texas, Estados Unidos.

“Ha sido una experiencia increíble”, cuenta el atleta en retiro, “me siento honrado de poder ayudar a los jóvenes que tienen una necesidad, ya sea física o psicológica, para integrarse a su vida diaria y yo creo que también soy muy afortunado porque son las herramientas que me dio el deporte después de competir más de 25 años y de viajar alrededor del mundo y aprender que una discapacidad no debe de ser una barrera para enfrentar la vida”.

Cuenta que una empresa fabricante de sillas de ruedas se fijó en su trabajo y lo reclutó para irse a Estados Unidos a ser parte de este entrenamiento con varias dependencias militares de ese país.

“San Antonio es la primera puerta cuando los jóvenes regresan de Irak o de Afganistán, de cualquier parte del mundo, con algún problema físico. Somos muchos los expertos que les ayudamos a integrarse en su vida diaria”, relata en entrevista el atleta paralímpico.

“Una discapacidad no debe de ser una barrera para alcanzar el éxito, una discapacidad no debe de ser una barrera para integrarte a tu vida diaria y es un poco el mensaje que trato de llevarle a estos jóvenes y afortunadamente al 100 por ciento le estamos ayudando constantemente para que se integren a su vida diaria, más porque se lo merecen después de sacrificar prácticamente su vida por su país”, afirma.

Saúl Mendoza y su récord paralímpico

Seúl 1988 | plata y bronce

Atlanta 1996 | oro

Sídney 2000 | oro y bronce

Atenas 2004 | oro y plata

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