Nos volvimos a encontrar y esta vez exigimos justicia sexual

El 27 de octubre de 2022 dio inicio el XIII Congreso Nacional de Educación Sexual y Sexología FEMESS en la Ciudad de Mérida, Yucatán. El lema de este año fue: “Nos volvimos a encontrar”.

Un tema recurrente en las participaciones fue la justicia sexual, que exige garantizar el acceso de todas las personas, sin excepciones ni exclusiones, a la atención médica y a los recursos para gozar de los derechos sobre su cuerpo y su futuro.

Este congreso fue muy especial para mí por varias razones. En primer lugar, porque como nunca, asistieron y participaron personas con discapacidad (pcd). En segundo lugar, porque tuve la oportunidad de conocer colegas que realizan un trabajo extraordinario en la sexualidad de las pcd. Por último, porque tengo la esperanza de que este encuentro sea el comienzo de colaboraciones importantes y amistades entrañables. 

En el congreso se presentaron 14 trabajos relacionados con el tema de la sexualidad en personas con discapacidad. Mis colegas Alexa Castillo-Nájera, Elizabeth Pérez, Francisco Teutli y yo participamos en el simposio: “Realidades y desafíos de los derechos sexuales y reproductivos de las pcd”.

En ese foro se expusieron dificultades y se buscó desmitificar la ideología discapacitante que experimentan las pcd para ejercer sus derechos sexuales y reproductivos. Alexa fue enfática al explicar que la discapacidad no es algo que compete únicamente al individuo, sino que son los contextos lo que discapacitan a las personas. Abordó aspectos de la sexualidad en personas con discapacidad motriz y nos habló de la figura del asistente sexual.

Elizabeth puso sobre la mesa el tema del oculocentrismo, que hace referencia al predominio de la imagen y la visión para acceder al mundo. Nos demostró cómo las personas que fabrican condones no contemplan las necesidades específicas de las personas que no pueden ver. 

Francisco se encargó de desmitificar uno a uno los mitos más frecuentes que rodean la sexualidad de las personas con discapacidad intelectual. En mi participación, hablé de cómo las barreras de comunicación que tienen los jóvenes sordos, la falta de educación sexual y el acceso a servicios de salud los vuelve más vulnerables para presentar abuso, violencia y problemas de salud sexual. 

El simposio fue un llamado de atención a los asistentes a contemplar las necesidades de las pcd, reconocer y garantizar sus derechos sexuales y reproductivos.

Por otro lado, considero que necesitamos seguir empujando y presionando para que en cada congreso asistan y participen un mayor número de personas con discapacidad. Es imperativo, generar las condiciones para que puedan ocupar estos espacios.

La nueva mesa de la Federación Mexicana de Educación y Sexología, A.C., presidida por Rodrigo Moheno, podría abonar condonando el pago de inscripción para ellas y las personas que les asisten; proporcionar intérpretes en Lengua de Señas Mexicana y medidas de accesibilidad en los formatos de registro.

Estas consideraciones podrían acercarnos a la justicia sexual que se persigue desde la Asociación Mundial de Sexología. La próxima edición del Congreso será en dos años, espero que las ideas generadas en este encuentro se vuelvan realidad y tener mejores noticias que contar.

Por Susana Xóchitl Bárcena Gaona*

*Susana Xóchitl Bárcena Gaona es doctora en psicología de la Salud por la UNAM, educadora sexual por la Asociación Mexicana de Salud Sexual A.C, miembro del grupo de Investigación en Psicología y Salud Sexual, y profesora en el área de Educación Especial y Rehabilitación de la carrera de Psicología en la FES Iztacala, UNAM y candidata a investigador nacional del Sistema Nacional de Investigadores. Lidera DI Sexualidad, el curso gratuito pensado y planeado para personas con discapacidad intelectual.