Logotipo de Yo También
Salvador Petrola vestido del sultán Jafar en el escenario a lado de Aladdín.Salvador Petrola vestido del sultán Jafar en el escenario a lado de Aladdín.

Un villano de gran corazón: teatro inclusivo y con causa

Salvador Petrola, quien interpreta a Jafar en el musical de Aladdín, comparte su sentir respecto a la función relajada y su experiencia con personas con discapacidad.

Ícono de calendario

13 de septiembre de 2022

Ícono de autor

Ivett Rangel

Hace dos semanas que la obra musical de Aladdín se “relajó” para que personas con condiciones de neurodiversidad disfrutaran al máximo el relato protagonizado por un ladrón, una princesa y un genio. 

Y aunque las principales adaptaciones fueron a nivel técnico para cuidar la sensibilidad visual y auditiva (se eliminaron las luces estroboscópicas y se redujo el volúmen del audio), el elenco también recibió capacitación de parte de la fundación Iluminemos por el Autismo, promotora de la función relajada. 

“Los principales cambios se dieron a nivel técnico y a nosotros nos prepararon para una función quizá con un público más participativo.

“Yo lo tomé, nosotros lo tomamos, como un momento de amor extremo. (Ese día) se sintió como esas funciones en las que solo va la familia a darte todo el amor y el apoyo hasta el final. Esa función fue un gran regalo”, cuenta Salvador Petrola, quien encarna al antagonista del cuento: el malvado hechicero y gran visir del sultán, Jafar. 

Esta función también le sirvió para rememorar otros momentos extraordinarios, pues siendo profesor de teatro en el Centro Universitario México tuvo la oportunidad de enseñar a adolescentes con discapacidad.

“Tengo cierta conexión y trabajo profundo para compartir su grandeza. Fui guía de algunos durante varios años; les enseñaba movimiento corporal.

“Con esos alumnos compartía las mismas emociones: la pasión de vivir y hacer lo que queremos hacer”, recuerda.

Además, en una ocasión pudo realizarse un montaje en el que se unieron las y los alumnos con y sin discapacidad.

“Fue muy bonito porque es otra manera de sensibilizar: poder trabajar a partir de y con las necesidades de otros individuos en pro de un mismo proyecto.

“Siento que podemos entenderlos desde una misma sensibilidad, que es el gusto por actuar, pero sin pretender ser algo más”,

expresa Salvador.

Y justo recién llegó a la Ciudad de México, a los 18 años, también trabajó con personas con discapacidad, ahí interpretaba a una especie de titiritero vestido completamente de negro que manipulaba el cuerpo (porque algunas tenían discapacidad motriz), mientras que ellas aportaban su voz, ya sea con un texto o una canción.

“Era como una especie de sombra, y recuerdo que fue un trabajo increíble”, comenta.

Yo te entiendo

Jafar, el villano de Aladdín, por otro lado, le ha representado sueños y retos cumplidos, y también le ha regalado momentos únicos en las más de 300 representaciones realizadas. Explica que al tratarse del malo más malo de todos los malos, resulta un personaje con el que se puede ser empático y sirve de válvula de escape.

“Hubo un niño con síndrome de Down, que ya había ido varias veces, que un día me esperó al final de la función para decirme: Te entiendo. Tú no eres malo, pero a veces te tienes que comportar así. Se le salían las lágrimas y me abrazaba”,

narra conmovido ante el recuerdo.

“En ese momento, él tenía un problema con su madre adoptiva y al no sentirse bien con eso, él se sentía malo. Jafar le reflejaba una maldad que quería expresar pero que tenía reprimida y que la sociedad no se lo permitía. Él fue un maestro para mí”.

Y luego de la única función relajada que recién vivió en Aladdín, el pasado 28 de agosto, el actor espera que haya varias más.

“Fue una función con un gran resultado. Yo, por mí, me encantaría, estaría súper interesante volver a vivirlo”, expresa.Salvador Petrola, por su interpretación de Jafar, está nominado a Mejor Actor de Soporte en un Musical por la Agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro y a Mejor Actuación Masculina  por la Academia Metropolitana de Teatro. A finales de septiembre y a mediados de octubre se entregan dichos premios, respectivamente.

Por Ivett Rangel

Te puede interesar: El mundo ideal de Aladdín se comparte con la neurodiversidad