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Fotografía del área de armado de motores de una planta armadora de Ford, en la que se aprecia un poco de las líneas de producción. En la fotografía se ve a dos operarios trabajando. Los dos visten ropa en color azul.Fotografía del área de armado de motores de una planta armadora de Ford, en la que se aprecia un poco de las líneas de producción. En la fotografía se ve a dos operarios trabajando. Los dos visten ropa en color azul.

El ‘cripwashing’ de Ford y el gobierno de Chihuahua

Desde hace unos días circula en redes un anuncio de vacantes de ingenieros para una de sus plantas donde uno de los requisitos es tener discapacidad motriz. ¿Por qué se ve bien pero no está bien este tipo de convocatorias?

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21 de julio de 2021

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Redacción Yo También

Por Bárbara Anderson

En un país donde la inclusión laboral de las personas con discapacidad es un enorme pendiente, puede ser una excelente noticia ver en LinkedIn y otras redes sociales un anuncio conjunto del gobierno del estado de Chihuahua y Ford donde el titular es claro “Buscamos personas con discapacidad con estudios en ingeniería”. 

Entre los requisitos dice claramente: Titulado, idioma inglés avanzado, discapacidad motriz. 

“Si bien es un intento de la empresa de hacer una acción afirmativa al poner que solo se aceptarán curriculums de personas con discapacidad, lo preocupante es que la visión y la manera en la que está enfocado resulta no ser tan acorde con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”, me explica Mariana Díaz Figueroa, abogada y especialista en inclusión. Ella misma fue la primera persona en México en ganar un juicio por discriminación laboral por discapacidad en 2016, un caso que marcó precedentes en cuestiones de inclusión en todo el país. 

¿Qué es una acción afirmativa? Son políticas o acciones que buscan compensar a grupos discriminados para que puedan ejercer sus derechos. Las cuotas, por ejemplo, de porcentaje de mujeres que debe tener una empresa o un gobierno es una ‘acción afirmativa’ o también llamada ‘discriminación positiva’.

En este caso, se busca forzar que los candidatos a vacantes en una planta de Ford tengan sí o sí una discapacidad motriz para darles la oportunidad aunque el planteo no es el adecuado. 

La discapacidad es una condición de vida, no una habilidad ni una especialidad que se pueda adquirir (como sí lo es el idioma, que está en el mismo nivel de requisitos). 

“Además circunscribirse a solo discapacidad motriz -que ni siquiera está bien aplicado – es nuevamente caer en una segregación y hasta deja de ser una ‘acción afirmativa’ porque entran prejuicios que hay con las personas con discapacidad física. Si volvemos a poner vacantes etiquetadas sólo para personas con discapacidad estamos repitiendo una política de segregación y no una que genera una cultura de la inclusión”, agrega Díaz. 

Una convocatoria abierta donde se valoren a todos los candidatos impulsa una oportunidad de trabajo por el talento de una persona y no por su condición (para cubrir una cuota) incluso dejando fuera a todas las personas que viven con cualquier otra discapacidad que no sea motriz. 

Anuncio de Ford dirigido a personas con discapacidad.

Ser, no solo parecer

Para que una empresa o un gobierno tenga una política de inclusión laboral, el trabajo debe ser mucho más genuino y claro. Hay incluso en México ya compañías que aplican curriculum ciegos: aquellos donde no se pone ni el nombre, ni la foto, ni la dirección, ni el sexo de una persona y donde solo se colocan sus habilidades, experiencia y talento propio como una manera de evitar sesgos o de discriminar a una persona por su condición o incluso su apariencia. 

Las firmas o instituciones que solo aplican por moda o marketing inclusión laboral de los colectivos LGBT+ se dice que hacen ‘pinkwashing’: un lavado cosmético de su imagen para mostrarse más incluyentes o progresistas pero sin que sea una política genuina o pareja. 

Lo mismo con la sustentabilidad y las acciones de cuidado de medio ambiente que realizan firmas muy contaminantes a lo que llaman ‘greenwashing’. 

“En el caso de las empresas que tratan de mostrar una política de inclusión laboral de personas con discapacidad se las llama ‘cripwashing’”, me explica Mariana Díaz. 

El término viene del inglés crippled (tullido). “Si bien la palabra suena fuerte, hay una resignificación de este término para referirse a la discapacidad”, agrega la abogada. Lo vimos este año incluso con el documental de Netflix “Crip Camp”. 

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Las acciones afirmativas sí funcionan

“No me gustaría que se desincentive la iniciativa de sumar a personas con discapacidad a las empresas”, dice Mariana Díaz analizando a fondo este anuncio que es una iniciativa de Ford junto con el gobierno de Chihuahua y “Abriendo Espacios”, la dependencia federal del Servicio Nacional de Empleo para incorporar personas con discapacidad a las empresas. 

Si bien el fin es necesario (solo una tercera parte de quienes viven con alguna discapacidad consigue empleo en el país), el modo es el que merece un ajuste. 

“Las acciones afirmativas sí son necesarias, y sí funcionan pero con otro enfoque. Primero no poniendo la discapacidad como una ‘habilidad’ y asegurándose que los puestos no sean estandarizados para personas con discapacidad sino que tengan la posibilidad de acceder a una convocatoria abierta a cualquier vacante y no, tampoco, a puestos de bajo nivel sin oportunidades de crecimiento laboral”, afirma Díaz. 

Un ejemplo es la organización argentina Incluyeme.com, una plataforma que permite la contratación de personas con discapacidad que firmó una alianza con Naciones Unidas para cubrir vacantes de este organismo en toda Latinoamérica.

«Lo importante es diferenciar que la discapacidad es parte de la diversidad humana y no un ‘requisito’ o una ‘habilidad’ que cubrir».

Mariana Díaz