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Fotografía de Jorge Osnaya y su hija Brenda, la única paratriatlonista mexicana y latinoamericana en Tokyo 2020. En la imagen, Jorge, un hombre maduro, de cabello y enorme y tupido bigote. Viste un pantalón oscuro y camiseta negra, con vivos verdes. Está en cuchillas y toca el brazo de su hija mientras ambos levantan el brazo en señal de triunfo. Brenda está sentada en su silla de ruedas de carrera y se alcanzan a ver las distintas ruedas. Viste pants morado con camiseta deportiva, color verde, con las mangas en rojo. Usa un casco de protección blanco y lentes de sol azules.Fotografía de Jorge Osnaya y su hija Brenda, la única paratriatlonista mexicana y latinoamericana en Tokyo 2020. En la imagen, Jorge, un hombre maduro, de cabello y enorme y tupido bigote. Viste un pantalón oscuro y camiseta negra, con vivos verdes. Está en cuchillas y toca el brazo de su hija mientras ambos levantan el brazo en señal de triunfo. Brenda está sentada en su silla de ruedas de carrera y se alcanzan a ver las distintas ruedas. Viste pants morado con camiseta deportiva, color verde, con las mangas en rojo. Usa un casco de protección blanco y lentes de sol azules.

Con amor de papá: Una crónica de valor e inspiración

Brenda Osnaya partió a #Tokyo2020 recién operada debido a una fractura en el pie izquierdo. Jorge, su papá, le dedicó estas palabras antes de viajar al otro lado del mundo.

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28 de agosto de 2021

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Redacción Yo También

Por Jorge Osnaya

Terminando de informarle a Brenda que el doctor traumatólogo Adrián López la sometería a una cirugía, junto con un médico cirujano plástico por un accidente que tuvo una hora antes mientras entrenaba el pasado sábado 31 de julio, al enredarse su pie izquierdo con los rayos de la rueda delantera de su handcycle, lo primero que le dijo Brenda fue: “Bien, doctor, pero dígame ¡que podré competir! ¿Es así?”. 

El doctor Adrián le dijo que sí, que la operación no sería invasiva, que los metatarsos fracturados los fijaría con tornillos y que el cirujano plástico cerraría las heridas.

Llegó el doctor Edgar Arriaga, médico del deporte, a quien le informé lo ocurrido y lo presenté con el traumatólogo. Cruzaron información y, al terminar, Edgar le dijo: “Estarás bien, Brenda. Tendremos que aplicarnos de inmediato en cuanto salgas, en sesiones en la cámara hiperbárica para restaurar y apresurar la cicatrización”.

Brenda Osnaya en su preparación en Tokyo2020

Recordé que esa misma situación ya la había vivido hace 10 años y 10 meses atrás, cuando sucedió aquel accidente de Brenda al quedarse dormido el chofer.

Esa vez, el doctor Ortega (neurocirujano) me explicaba lo que tenía que hacer para intentar reparar la lesión medular. Le pregunté: “¿Tienes los metales y los tornillos que se requieren, aquí, en tu hospital?”. Me dijo que no, que tendría que solicitarlos a la Ciudad de México.

“¡Bien! Pide las piezas, doctor. Está por llegar otro doctor que requiero saber su opinión”, dije. 

Al poco tiempo llegó el doctor Edgar Arriaga, aquel 8 de septiembre de 2010, los presenté, platicaron y empataron en los criterios de la cirugía. Edgar preguntó si ya lo sabía el papá, le dije que era yo (él pensó que era sólo el entrenador). Le dije: “Bien, doctor Ortega. ¡Adelante! ¿Ya llegaron las piezas?”.

Disfruta conociendo más de esta campeona: Brenda Osnaya: Con Tokio en la meta

Estaban por llegar y, exactamente, a las 11 p.m., al igual que en esta ocasión, Brenda entró a cirugía. Este hecho lo plasmaré en mi libro.

Brenda pasó su cumpleaños número 28 (el 1o. de agosto) en el hospital recuperándose. El día 2 la llevé del hospital de inmediato a la cámara hiperbárica para su primera sesión. 

Así se cumplieron todas las sesiones, mientras entrenaba fuerza, ligas y rodillo. Jess (la entrenadora de Brenda) y yo nos aplicamos, mientras Brenda continuaba fortaleciendo y recuperándose día a día.

La dieron de alta el 11, voló el 15 a la Ciudad de México para concentrarse en el CEPAMEX junto con Jess para las pruebas PCR y otras que solicita el país anfitrión, así como el antidoping.

Entrenamiento en la alberca del CEPAMEX a partir del 16 y abanderamiento en Palacio Nacional el 17. 

Mañana, 20 de agosto, vuelan a primera hora a Tokio para enfrentar su competencia el 29 de agosto, seguramente será a las 7 a.m. 

Por las 14 horas de diferencia será el sábado 28 de agosto a las 4.30 p.m, hora de México.

Una reflexión: 

Quién ha sentido que las cosas no salen bien, que el panorama es negro, que las oportunidades se acaban, que todo esto que estamos pasando con el Covid, les atemoriza y no ven la luz al final de camino.

Brenda, y gente como ella, nos muestran que, manteniendo la actitud y la determinación, no vale quejarse.

Al margen del resultado en su competencia, Brenda se merece una medalla al mérito y al pundonor.

Mis respetos, Brenda. Gracias por inspirarnos.