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Fotografía que muestra a un niño pequeño muy feliz y sonriente durante una sesión en la que demostró el funcionamiento de un exoesqueleto. La estructura, color rojo, permite al niño moverse con libertad mientras cuatro adultos, uno de ellos una mujer en cuclillas, lo observan detenidamento.Fotografía que muestra a un niño pequeño muy feliz y sonriente durante una sesión en la que demostró el funcionamiento de un exoesqueleto. La estructura, color rojo, permite al niño moverse con libertad mientras cuatro adultos, uno de ellos una mujer en cuclillas, lo observan detenidamento.

Un sueño hecho realidad: el primer exoesqueleto pediátrico del mundo

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), de España, lanza esta innovadora herramienta que será utilizada por niñas y niños con parálisis cerebral.

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9 de junio de 2021

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Redacción Yo También

Por Redacción Yo También

Ocho años demoró, pero al fin uno de los sueños de la científica Elena García Armada es una realidad que esta semana fue presentada y lanzada al mercado: el primer exoesqueleto pediátrico del mundo, que será utilizado en hospitales y clínicas de rehabilitación para niños y niñas con parálisis cerebral, principalmente.

García Armada es la fundadora de la empresa Marsi-Bionics, que desarrolló el exoesqueleto bajo la patente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con sede en España.

El producto ya recibió el «marcado CE» y las autorizaciones de la Agencia Europea de Medicamentos, por lo que está listo para ser aprovechado no sólo en España, sino en todo el mundo por una población estimada en 17 millones de niñas y niños con parálisis cerebral o una atrofia muscular espinal.

No sólo estamos hablando del hito de ser pioneros en la aplicación de la tecnología robótica a los niños, sino que, nuestro éxito, lo es fundamentalmente porque vamos a poder ser útiles y ayudar a tener una vida mejor para 17 millones de niños en el mundo», ha explicado la investigadora.

«Ahora el reto es democratizar esta invención para que esté al alcance de todos los niños que lo necesiten».

Más de ocho años demoraron en desarrollar el exoesqueleto pediátrico que fue presentado esta semana en España.

Un triunfo de la ingeniería robótica

El éxito clínico del exoesqueleto lo logran sus diez articulaciones que tienen la capacidad de interpretar la intención del movimiento del paciente de una forma no invasiva. De esa manera puede responder a esa intención en cada paso, aunque también puede trabajar de manera «pasiva» y generar un patrón de marcha específico para cada usuario.

La forma de utilizar el exoesqueleto permite realizar una terapia muscular integral de una forma lúdica con las niñas, niños y sus familias, lo que puede resultar, según subrayan directivos de la empresa, mucho más motivador y efectivo.

El dispositivo, bautizado como Atlas 2030, pesa 12 kilos y está fabricado en aluminio y titanio. Sus articulaciones imitan el funcionamiento de los músculos humanos y proporcionan a los pacientes la fuerza que necesitan para mantenerse en pie y moverse en cualquier dirección.

¿Quiénes podrán usar el Atlas 2030?

Esta terapia robótica puede acompañar a niñas y niños en su recuperación entre los 4 y los 10 años, cuyo peso y talla deben ser vigilados y comprobados.

Además, la empresa Marsi Bionics indica que son candidatos o candidatas a usarlo quienes tengan las siguientes patologías:

  • Lesión medular hasta C4

  • Parálisis Cerebral

  • Atrofia Muscular

  • Distrofia muscular

  • Miopatías

  • Otras enfermedades neuromusculares que causan debilidad global progresiva (a determinar por su médico especialista)

Algunos videos sobre el exoesqueleto en acción y cómo sus usuarios disfrutan con él, pueden verse en la página de la empresa desarrolladora.