Por Carlos Tomasini
Las carreras de simulación –o sim racing– son videojuegos de carreras que presentan situaciones similares a las que se vivirían en el mundo real, como consumo de gasolina o desgaste del coche, y ahora los desarrolladores de estos productos están pensando en atraer a más personas con alguna discapacidad.
Saber en qué momento frenar, tomar una curva o controlar el auto cuando las llantas presentan desgaste son algunas de las habilidades que deben desarrollar los videojugadores que utilizan un set con pedales, volante, palanca de velocidades y pantallas envolventes.
Estos sistemas son tan buenos, que los pilotos de Fórmula 1 suelen usarlos en sus entrenamientos, además de que forman parte de los e-sports más seguidos por los fanáticos de las competencias de videojuegos.
Hace unos días, el equipo de e-sports Team Fordzilla presentó en Madrid su primer simulador adaptado – desarrollado por la empresa española Hi-Speed– para personas con movilidad reducida y otros tipos de discapacidad.

En su construcción colaboraron Ford Adapta, la división de Ford encargada de adaptar vehículos para personas con discapacidad, y la Fundación ONCE, de España.
Los desarrolladores crearon un volante con un aro acelerador y un aro para el freno, implementando en un mismo mando todos los controles necesarios para conducir un vehículo virtual. Todo se complementa con tecnologías como un chaleco que permite al usuario sentir las vibraciones del vehículo y las fuerzas de aceleración y deceleración.
De acuerdo con los diseñadores, el sistema se puede personalizar y adaptar a las necesidades de cada usuario.
El precio de estos equipos va desde los 21,300 pesos para un volante adaptado hasta unos 150,000 para un sistema completo de última generación.