La trascendente decisión que tomó en Tokyo 2020 le permitió compartir con otros atletas que se vale decir “no estoy bien”, según expresó durante una visita a Ciudad de México.
Quienes representan a México en competencias internacionales de alto rendimiento en deporte adaptado se destacan no solo por su participación, sino por todos los obstáculos que sortean para traer medallas al país.
Para llegar a Tokyo 2020, la atleta mexicana se sobrepuso a una cirugía y a las condiciones impuestas por la pandemia. Hoy, feliz, acaricia su medalla.
Las medallas obtenidas hasta ahora por la delegación mexicana en los Juegos Paralímpicos son una excelente oportunidad para que figuras políticas salgan a redes sociales a festinarlo.
El velocista nacido en Tlaxcala sabe lo que es subir al podio paralímpico, como lo hizo en Londres 2012, aunque en esta ocasión no lo alcanzó en la prueba de los 1500 m.
Aun cuando su camino al podio se vio en riesgo por un tropiezo, la judoca tapatía mantuvo el temple y en el combate final inició con su tradicional grito de guerra, y después, con un grito victorioso salió, se santiguó y rompió a llorar durante varios minutos.
Una investigación en Estados Unidos revela que entre el 2000 y el 2016, el autismo aumentó en 500 por ciento, y alerta sobre la necesidad de lograr diagnósticos cada vez más tempranos.
Como cada abril, en México se tiene la oportunidad de pasar de los dichos a la acción y mostrar real voluntad política para crear políticas públicas que apoyen a las personas con autismo y crear conciencia para un mundo inclusivo.
Gracias a la tecnología, investigadores de la Universidad de Michigan desarrollaron un algoritmo que facilita el reajuste de tareas para adaptarse a las distintas condiciones del usuario.
Porque es ese que no se ríe de la discapacidad sino que son las personas con discapacidad las que producen las risas y hacen los chistes más insólitos.