Firmas especializadas en accesibilidad crearon al norte del país un espacio único para que cualquier persona, sin importar edad, condición física o psíquica, pueda transitarla de manera segura.
El primer paso que regularía la asistencia sexual fue dado; faltan procesos de dictaminación y consulta para que la iniciativa sea discutida con amplitud y profundidad.
Quien cuida a una persona con discapacidad debe considerar su propio cuidado como parte de un todo y no abandonarse, pues corre el riesgo de enfermar también.