Las tecnologías de asistencia avanzan y facilitan la vida de personas ciegas o con baja visión, quienes pueden apoyarse en las recomendaciones de profesionales y de ópticas especializadas.
Invertir en tecnologías de asistencia no solo es una buena decisión de negocio, sino que nivela la cancha para que las personas con discapacidad se conviertan en la mejor versión de sí mismas.