Las tecnologías de asistencia avanzan y facilitan la vida de personas ciegas o con baja visión, quienes pueden apoyarse en las recomendaciones de profesionales y de ópticas especializadas.
Invertir en tecnologías de asistencia no solo es una buena decisión de negocio, sino que nivela la cancha para que las personas con discapacidad se conviertan en la mejor versión de sí mismas.
Una investigación en Estados Unidos revela que entre el 2000 y el 2016, el autismo aumentó en 500 por ciento, y alerta sobre la necesidad de lograr diagnósticos cada vez más tempranos.
Como cada abril, en México se tiene la oportunidad de pasar de los dichos a la acción y mostrar real voluntad política para crear políticas públicas que apoyen a las personas con autismo y crear conciencia para un mundo inclusivo.
Gracias a la tecnología, investigadores de la Universidad de Michigan desarrollaron un algoritmo que facilita el reajuste de tareas para adaptarse a las distintas condiciones del usuario.
Porque es ese que no se ríe de la discapacidad sino que son las personas con discapacidad las que producen las risas y hacen los chistes más insólitos.