Un simpático peluche robótico es responsable de alentar a las personas mayores a realizar sus ejercicios y deja constancia de que en verdad los realizan.
El primer paso que regularía la asistencia sexual fue dado; faltan procesos de dictaminación y consulta para que la iniciativa sea discutida con amplitud y profundidad.
Quien cuida a una persona con discapacidad debe considerar su propio cuidado como parte de un todo y no abandonarse, pues corre el riesgo de enfermar también.