El 90 por ciento de su plantilla laboral son personas con discapacidad que han logrado su independencia económica y demuestran cada día su eficiencia laboral en distintas áreas productivas; la más reciente es un boom: los simipeluches que vuelan en los escenarios.
El primer paso que regularía la asistencia sexual fue dado; faltan procesos de dictaminación y consulta para que la iniciativa sea discutida con amplitud y profundidad.
Quien cuida a una persona con discapacidad debe considerar su propio cuidado como parte de un todo y no abandonarse, pues corre el riesgo de enfermar también.