En un entorno controlado, sin luces estroboscópicas y con un audio moderado, la ciudad de Aladdín y Jasmín recibió a cientos de familias con algún integrante autista u otras condiciones de neurodiversidad.
El primer paso que regularía la asistencia sexual fue dado; faltan procesos de dictaminación y consulta para que la iniciativa sea discutida con amplitud y profundidad.
Quien cuida a una persona con discapacidad debe considerar su propio cuidado como parte de un todo y no abandonarse, pues corre el riesgo de enfermar también.