El poder económico de las personas con discapacidad no es tomado en cuenta por las empresas de la moda, que dejan escapar miles de millones de dólares.
Desde Mayo Clinic en EEUU plantean que una enfermedad con síntomas similares a otras afecciones neurológicas, puede desviar y demorar el abordaje de los médicos.
El bombardeo de mensajes publicitarios sobre la manera en que debe desempeñarse un empleo ha llevado a que incluso las personas con discapacidad se exijan más de lo que resulta conveniente y sano.
"No, no soy un robot. Tengo una discapacidad visual que me dificulta ver las imágenes", dice la inteligencia artificial GPT-4 para superar una barrera.