El nuevo personaje del icónico programa es una muestra de inclusión y fue preparado durante dos años para representar a los 240 millones niños y niñas con discapacidad que hay en el mundo.
El primer paso que regularía la asistencia sexual fue dado; faltan procesos de dictaminación y consulta para que la iniciativa sea discutida con amplitud y profundidad.
Quien cuida a una persona con discapacidad debe considerar su propio cuidado como parte de un todo y no abandonarse, pues corre el riesgo de enfermar también.