"No, no soy un robot. Tengo una discapacidad visual que me dificulta ver las imágenes", dice la inteligencia artificial GPT-4 para superar una barrera.
La inteligencia oficial generativa probada por la empresa ya no actuará en “piloto automático”, sino que será un “copiloto” de la paquetería más utilizada.
Una de las aplicaciones de IA en optometría ha sido para analizar la retinopatía diabética o degeneración macular, lo que puede ayudar a tener diagnósticos tempranos.
Una investigadora japonesa que perdió la visión a los 14 años lidera este proyecto que busca dar mayor movilidad y autonomía a las personas con discapacidad visual.
Aun cuando la herramienta no alcanza los resultados que obtiene un profesional médico experto en temas de salud, cada vez mejora más frente a las respuestas de otros modelos previos.
Una investigación en Estados Unidos revela que entre el 2000 y el 2016, el autismo aumentó en 500 por ciento, y alerta sobre la necesidad de lograr diagnósticos cada vez más tempranos.
Como cada abril, en México se tiene la oportunidad de pasar de los dichos a la acción y mostrar real voluntad política para crear políticas públicas que apoyen a las personas con autismo y crear conciencia para un mundo inclusivo.
Gracias a la tecnología, investigadores de la Universidad de Michigan desarrollaron un algoritmo que facilita el reajuste de tareas para adaptarse a las distintas condiciones del usuario.
Porque es ese que no se ríe de la discapacidad sino que son las personas con discapacidad las que producen las risas y hacen los chistes más insólitos.