De las 65 curules que ahora tienen representantes de grupos históricamente marginados, como son las personas con discapacidad, se reducirían a 25 con la reforma electoral impulsada por Morena.
En las dos últimas elecciones aumento tres veces la cantidad de electores con discapacidad y fueron más mujeres que hombres los que se movilizaron el año pasado.
Finalmente no son 12, sino 8 legisladores y legisladoras con discapacidad en la más reciente legislatura en la Cámara de diputados y diputadas. Aunque la representación creció de 1 a 8, sigue siendo sólo el 10% de su representación en la sociedad.
Los hechos contradicen los discursos oficiales mientras el tiempo corre y en México faltan cifras desagregadas que se traduzcan en verdaderos programas de apoyo y una plena inclusión a la sociedad.
El domingo, México vivirá una jornada histórica en materia electoral. Las personas con discapacidad, al igual que las 93 millones de ciudadanos y ciudadanas que conforman el padrón, tendrán una participación decisiva. Pero ni la participación política ni la democracia terminan ahí. Después de la jornada electoral tenemos mucho por evaluar y avanzar.
Si bien desde el Consejo General del INE avanzó con sus lineamientos de acciones afirmativas para garantizar que haya candidatos de distintos grupos sociales, en el caso de las personas con discapacidad ha resultado insuficiente: son pocos y están por debajo de la realidad poblacional de este colectivo.
El compositor e intérprete español se muestra conmovido por los mensajes recibidos y se dice listo para retomar su gira de conciertos, aun cuando sabe que la crisis no ha terminado.
España es uno de los nueve Estados de la Unión Europea donde está prohibida y se penaliza la esterilización forzada, pero eso no siempre fue así y las mujeres con discapacidad dan testimonio.
En un fallo sin precedente, un gran jurado en Colorado encuentra culpables a los policías involucrados en el asesinato de un joven que tenía una crisis de salud mental y otorgan una indemnización millonaria a su familia.
A los 95 años y con una larga vida en el activismo por la salud mental, la esposa del expresidente James Carter recibió el apoyo de su familia tras conocer el diagnóstico.