Sería el primer gran paso para lograr una reflexión social que lleve a entender a la discapacidad como una situación que transita por todas las edades y circunstancias de la vida.
El primer paso que regularía la asistencia sexual fue dado; faltan procesos de dictaminación y consulta para que la iniciativa sea discutida con amplitud y profundidad.
Quien cuida a una persona con discapacidad debe considerar su propio cuidado como parte de un todo y no abandonarse, pues corre el riesgo de enfermar también.