El Presidente hizo un cantinfleo de cifras entre su discurso y el volumen pesado entregado al Congreso. Lo que queda claro es que en su río revuelto de cifras, las personas con discapacidad perdieron desde pensiones hasta banca en colegios, pasando por oportunidades laborales o atención temprana en temas de salud.
Invisibilizadas o en el olvido, las mujeres con discapacidad toman conciencia de que acceder a un empleo estable en el mercado laboral es también una posibilidad real de salir de la violencia que muchas viven cada día.
La institución financiera ofertó distintas posiciones en las diversas sedes que tiene en territorio nacional para contratar a personas con discapacidad.
La inteligencia oficial generativa probada por la empresa ya no actuará en “piloto automático”, sino que será un “copiloto” de la paquetería más utilizada.