Vivir con artritis reumatoide le permitió a Martha encontrar alternativas para mejorar su condición y en el camino aprendió diferentes maneras de ayudar a otras personas a manejar el dolor.
Ser responsable en extremo, no demostrar vulnerabilidad y preocuparse por los demás fueron valores que le dejaron la enfermedad de su madre, su posición de primogénito en una familia trabajadora y su fe religiosa.