Logotipo de Yo También
Manos de un adulto mayorManos de un adulto mayor

Se duplica la prevalencia y la letalidad del párkinson; se triplicará en 30 años

Especialistas alertan sobre el aumento de la discapacidad y la mortalidad asociadas al párkinson, ha sido más rápido que cualquier otra enfermedad neurológica.

Ícono de calendario

11 de abril de 2023

Ícono de autor

Redacción Yo También

La discapacidad y mortalidad de la enfermedad de Parkinson aumenta cada vez más rápido frente a cualquier enfermedad neurológica, advierte la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo de la celebración del Día Mundial del Parkinson, la segunda enfermedad neurodegenerativa con mayor incidencia en el mundo.

En el mundo, más de 7 millones de personas tienen párkinson y, en España, según datos de la SEN, más de 150 mil personas están afectadas por esta condición neurológica crónica y progresiva, publica el portal Geriatricarea.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió hace unos meses que la prevalencia de esta enfermedad se ha duplicado en los últimos 25 años y este aumento ha producido que, en este tiempo, también se haya duplicado la pérdida de años de vida ajustados por discapacidad.

“Los avances diagnósticos y terapéuticos que ha experimentado esta enfermedad en los últimos años son algunas de las razones que explican este aumento en la prevalencia de la enfermedad de Parkinson. Pero sobre todo, detrás de este incremento, está el progresivo envejecimiento de la población”, explica el Dr. Álvaro Sánchez Ferro, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN.

“Y es que la edad es el principal riesgo para tener esta enfermedad. Sobre todo, a partir de las sexta década de vida, la incidencia y la prevalencia de esta enfermedad aumenta exponencialmente”.

Se estima que la enfermedad de Parkinson afecta a un 2 por ciento de la población mayor de 65 años y pasa al 4 por ciento en mayores de 80 años. 

Por esa razón se calcula que debido al progresivo envejecimiento de la población, el número de personas con párkinson se triplicará en los próximos 30 años.

Los jóvenes también pueden tener párkinson

Pero la enfermedad de Parkinson no sólo afecta a personas de edad avanzada. Al menos un 15 por ciento de los casos de reciente diagnóstico corresponden a personas menores de 50 años. 

Aunque tener un familiar cercano con la enfermedad de Parkinson aumenta las posibilidades de tener este trastorno, sólo un 10 por ciento de los casos de esta enfermedad corresponden a formas hereditarias.

En el 90 por ciento de los casos, la causa de enfermedad de Parkinson sigue siendo desconocida, aunque la comunidad científica cada vez encuentra más evidencias de que su origen es el resultado de una combinación de factores ambientales en personas genéticamente predispuestas.

“Teniendo en cuenta el desafío que supone el previsible incremento de nuevos casos de esta enfermedad, se hace muy necesario llevar a cabo estrategias de prevención sobre aquellos factores que ya sabemos que pueden aumentar el riesgo de tenerla”, sostiene Sánchez Ferro.

«Sabemos que un buen estilo de vida ayuda a protegernos contra la enfermedad de Parkinson y esto incluye realizar ejercicio físico de forma regular, optar por la dieta mediterránea, o controlar la hipertensión y la diabetes tipo 2”.

Además, evitar la exposición a pesticidas, a disolventes industriales, a la contaminación del aire, o a infecciones por helicobacter pylori o hepatitis C, ya que se han asociado, entre otros factores, a un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad. 

Entre los síntomas motores del párkinson, los más habituales son el temblor y la lentitud de movimientos. Además de los síntomas que ocurren al inicio, aparecen otros problemas con la evolución de la enfermedad como las fluctuaciones motoras que se presentan en más del 80 por ciento de los pacientes tras 5 y 10 años desde el diagnóstico.

Pero los síntomas motores no siempre son los primeros en aparecer al inicio de esta enfermedad. 

Hasta en un 40 por ciento de los casos la primera manifestación del párkinson es la depresión y esto puede llevar a diversos errores diagnósticos. Entre otros síntomas no motores destacan la ansiedad, los problemas cognitivos, trastornos del sueño, dolor, estreñimiento, problemas de deglución o en la función genitourinaria.

“Tendemos a asociar la enfermedad de Parkinson únicamente a la sintomatología motora, cuando en realidad es una enfermedad que se puede manifestar de muchísimas otras formas. Y de hecho, los síntomas no motores pueden llegar a ser, en muchas ocasiones, muy incapacitantes”, detalla Sánchez Ferro.

Cuando los primeros síntomas de la enfermedad no son los motores o no son tan evidentes puede ser complicado identificarla de forma temprana e incluso difícil de diferenciar de otros síndromes parkinsonianos. 

Un diagnóstico temprano permite iniciar el tratamiento de esta enfermedad en las primeras fases, lo que ayuda a mejorar la calidad de vida de los pacientes, prevenir complicaciones y minimizar la discapacidad a largo plazo. Y, aunque el tratamiento farmacológico disponible actualmente, si bien no logra detener el proceso degenerativo, resulta eficaz para mejorar la mayoría de los síntomas motores y para muchos de los síntomas no motores.

“En todo caso, el tratamiento de esta enfermedad requiere de un enfoque integral, en el que se incluyan también tratamientos no farmacológicos, y también un enfoque individualizado, según la discapacidad, la edad del paciente y de las complicaciones y síntomas que van surgiendo a lo largo de su evolución”, dice Sánchez Ferro.

Por Redacción Yo También

Te interesa