El precio de entre 500 y más de mil pesos que cuesta un bastón hacen que sea un artículo inaccesible para muchas personas con discapacidad visual, a pesar de que este instrumento es útil para que se desplacen más fácilmente, dijo Iván Cortés Gómez, presidente de la asociación civil Mira por mí.
Cuando una persona con discapacidad visual no tiene forma de adquirir un bastón, la opción que le queda es permanecer en casa, lo que le mantiene al margen de la convivencia social, dijo el activista, de acuerdo con el periódico El Sol de Orizaba.
En un país como México, donde la infraestructura de las ciudades no está pensada para las personas con discapacidad y donde la población no tiene conciencia de la falta de accesibilidad, la ausencia de un bastón es todavía más problemática, consideró el activista.
Por ejemplo, aseguró, es común que las personas con discapacidad visual detecten, gracias a un bastón, obstáculos en las banquetas, lo que dificulta su desplazamiento.
La AC trabaja para que las personas cuenten con el instrumento que les ayude a la movilidad, como en la región de las Altas Montañas, donde se han entregado cerca de 500 bastones, reportó el medio.
“Falta que la gente conozca de qué manera nos puede apoyar, porque en el caso de los bastones son de diferentes colores y cada uno significa una cosa diferente. El mango del bastón es de color blanco, el segundo tubo es rojo, el tercero blanco, el cuarto tubo es rojo, este color indica a los automovilistas que tienen que detenerse para que nos den el paso”,
dijo Cortés.
El bastón blanco, que tiene en la parte inferior un balero con una ficha que permite que se mueva de un lado a otro y con ello cubra el área de los pies, facilita la detección de cualquier obstáculo, lo que ayuda a que las personas con discapacidad visual puedan detectarlo, mencionó el activista.
Un bastón de bolsillo de este tipo tiene un precio de más de mil pesos, lo que lo deja fuera del alcance de muchas familias, afirmó.
Por Redacción Yo También | Fotografía Moisés Pablo Cuartoscuro
