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Fotografía de una mujer empujando a un joven con paralisis cerebral en su silla de ruedas, ambos riendo.Fotografía de una mujer empujando a un joven con paralisis cerebral en su silla de ruedas, ambos riendo.

La mariposa que me salvó la vida

Mariana y Rodrigo son mellizos. Nacieron prematuros y tienen parálisis cerebral. El 6 de octubre, cuando se conmemora el Día Mundial de la Parálisis Cerebral, la joven abogada escribió y nos comparte este texto que es una gran lección de vida.

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9 de octubre de 2020

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Conversa

Por Mariana Gortazar Michel

Hoy es Día Mundial de la Parálisis Cerebral, la verdad no iba a  publicar nada porque personalmente no me gustan estos días conmemorativos (creo que victimizan a la persona con discapacidad), pero bueno es mi opinión nada más. 

Hasta hace muy poco solo hablaba de mi discapacidad cuando me preguntaban por ella, no porque me molestara si no porque no lo consideraba necesario. En los últimos años y meses sobre todo, me he dado cuenta que si quieres hacer un cambio tienes que empezar por ti.

También me he dado cuenta que el uso de las redes sociales se ha convertido en una de las cosas que más preocupa a los jóvenes y muchas veces se transmite un mensaje falso de lo que es el éxito y la felicidad, pues estamos acostumbrados a ver la vida a través de filtros o likes. 

Es por eso que hace poco decidí empezar  a cambiar el contenido de mis redes para compartir o por lo menos tratar de compartir un mensaje positivo dejando a un lado los likes y filtros, y cuestionándome qué es lo que me ha hecho más feliz en casi 21 años vividos.

A esta pregunta he ido encontrando varias respuestas que ya en cierto modo me esperaba (Dios, familia, amigos, vocación entrega al prójimo, etcétera), pero llegó una que fue totalmente inesperada para mí y que para mi sorpresa es la culpable de muchos de los pocos éxitos que he logrado (me faltan muchos, por eso digo pocos no porque los considere pequeños).

Esta “culpable” de mi felicidad es la PARÁLISIS CEREBRAL.

Con gusto les presento a esta vieja amiga que llegó a cambiar mi vida (especialmente la de mi familia) antes de que empezara a vivirla, con quien tengo tantos recuerdos (buenos y malos), pero sobre todo agradecimiento por “invadir” mi cerebro porque sin ella les puedo asegurar que no estaría tan plena como lo estoy ahora y es que gracias a ella he conocido lo que es primordial en la vida.

De ahora en adelante la llamaremos mariposa, les explico porqué: yo y Rodrigo mi hermano nacimos hace casi 21 años, el 21 de octubre de 1999 cuando apenas teníamos 31 semanas de gestación, es decir, nacimos prematuros.

Se puede decir que nuestros pulmones estaban “dormidos” cuando nacimos y tardaron unos segundos en despertar; estos segundos (mis favoritos porque les debo tanto) sin oxígeno (hipoxia) ocasionaron que se murieran neuronas en nuestro cerebro y en su lugar quedó una mariposa literal, una cicatriz en forma de mariposa, eso es la parálisis cerebral.

En los primeros segundos de nuestra vida libramos la primera batalla y quedó para siempre una “herida de guerra”: entre más grande esté esta “mariposa”, más limitaciones físicas o intelectuales tienes dependiendo del lugar en el que se encuentre. En el caso de Rodrigo y mío nuestras limitaciones son físicas, pero la “mariposa” de Rodrigo es más grande que la mía, esto quiere decir que tiene más limitaciones físicas que yo, pero esto también lo convierte en mi mayor maestro en la vida, aparte de que es una de las personas mas inteligentes y felices que conozco.

Porque para mí, por lo que he ido conociendo de la vida, la felicidad no consiste en alejarte del dolor y la adversidad,  si no en cargar tu cruz con una sonrisa y enfrentarte a ella con alegría y entregándolo todo, aunque probablemente haya caídas en el proceso, y es justo esto lo que me enseña “gogo” todos los días.

Por eso te quiero escribirte a ti, “mariposa” (parálisis cerebral), para darte las gracias por  muchas cosas que quiero resumir en unos puntos:

* Por ser mi mayor cruz y mi mayor bendición.* Porque me diste la oportunidad de cargar esta cruz con Cristo. * Por los “no” que por ti he recibido porque cuando se convierten en sí valen la pena.* Por las lágrimas, risas y enojos que hemos compartido.* Porque me enseñaste que todos se caen pero pocos se levantan.* Porque nunca me dejas conformarme .* Porque me has enseñado que la vida es cara a Dios, no cara a los demás.* Por sacar lo mejor de mí, de mi familia y mis amigos para enfrentarte.* Por enseñarme que si no se entrega todo, no se entrega nada.* Porque me has dado mis más grandes éxitos .* Porque me has forjado el carácter.* Porque no me dejas un no por respuesta.* Porque gracias a ti veo a Dios en mi vida.* Porque me has enseñado lo loco que puede ser el amor de una familia que está dispuesta a poner el mundo de cabeza con tal de aligerar la carga de esta mariposa.* Porque me enseñaste el camino a la felicidad.* Porque  me demostraste que quien nace en una batalla tiene que ganar la guerra.* Porque aprendí que hay que romperse para poder reconstruirse.* Porque por ti sé que lo importante en la vida es entregarse a los demás.* Porque por ti encontré mi misión.* Y POR SALVARME LA VIDA porque sin ti no hubiera aprendido todo esto.


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