Logotipo de Yo También
Fotografía a blanco y negro con líneas sobre el rostro Flavia Irós, una mujer joven de cabello largo con flequillo, ojos grandes, pómulos pronunciados y labios anchos; sonríe frente a la cámara mostrando un poco sus dientes delanteros. Se alcanza a notar la solapa de su vestido con tela de flores impresas en él.Fotografía a blanco y negro con líneas sobre el rostro Flavia Irós, una mujer joven de cabello largo con flequillo, ojos grandes, pómulos pronunciados y labios anchos; sonríe frente a la cámara mostrando un poco sus dientes delanteros. Se alcanza a notar la solapa de su vestido con tela de flores impresas en él.

Que el “distanciamiento” no sea para la discapacidad

Las “burbujas” no son para la discapacidad.

Ícono de calendario

27 de agosto de 2021

Ícono de autor

Redacción Yo También

Por Flavia Irós*

“En la vida hay que tratar de ser feliz”, con gran convicción dice la chilena Francisca Mardones. Aplauso de pie para esta mujer que rompe todos los libros de autoayuda con solo mirarla, leer su historia y ver con la sonrisa que levanta la bandera chilena en los Juegos Paralímpicos de Tokio. En 2019 se proclamó campeona mundial de lanzamiento de bala, con récord del mundo incluido.

Fran, como la llaman sus amigos, es una deportista de alto rendimiento. Dos años atrás, en el huracán Lenny fue golpeada por un deslizamiento de tierra mientras trataba de ayudar a otras víctimas. Cayó a un barranco, donde durante varios minutos no pudo moverse, logró arrastrarse libremente a un refugio cercano y fue encontrada dos días después.

La caída dañó su columna vertebral dejándola en silla de ruedas. Tuvo varias operaciones y pasó los siguientes cuatro años en recuperación. Fue un tiempo difícil. Quedó con un dolor crónico, empezó tenis en silla de ruedas y ganó trofeos por el mundo entero. Pero otra vez la vida le tenía preparado un nuevo truco. En 2017, se lesionó la mano derecha con un cuchillo en la cocina, dañando sus nervios, por lo que decidió retirarse del tenis y reenfocarse en la práctica del atletismo adaptado.

Francisca Mardones, medallista de Chile, en la premiaciónde una competencia anterior a Tokyo 2020.

Después de 43 horas de viaje hacia los juegos paralímpicos llegó a la ciudad de Kami, en Japón, se adaptó al cambio horario, a los entrenamientos y enfocó el nuevo desafío con la garra que la caracteriza.

Ni la pandemia pudo frenar sus rutinas físicas; sus patrocinadores se encargaron de hacerle máquinas especiales para que entrenara desde su casa. El home office para ella fue home training que la llenó de fuerzas para seguir, fiel a su filosofía de vida.

“En un principio fue muy difícil aceptar todo eso”, cuenta. “Después la vida sigue y hay que disfrutar los momentos alegres que uno tiene y dejar atrás las cosas negativas. Hay que tratar de ser feliz”.

Esa frase resuena con eco en mi interior, siento que la discapacidad toma protagonismo para ponerse en el lugar de corajuda y de manera soberbia nos sacude para mostrarnos que se puede y que estamos en una transición enorme de paradigmas.

Ya quedó obsoleto seguir llenando los diarios y las pantallas de imágenes que dramatizan, atrasan y estigmatizan metiendo a las personas con discapacidad en la “burbuja” de un “distanciamiento” ignorante e injusto.

Las PCD (personas con discapacidad) no contagian ningún virus, sí contagian espíritu de supervivencia y valor como seres humanos, no como superhéroes.

*Flavia Irós es periodista y ejerce su profesión en su país natal.