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Erick Estrada MonterErick Estrada Monter

¿Cómo afecta la publicidad del rendimiento a las pcd?

El bombardeo de mensajes publicitarios sobre la manera en que debe desempeñarse un empleo ha llevado a que incluso las personas con discapacidad se exijan más de lo que resulta conveniente y sano.

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24 de marzo de 2023

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J. Erick Estrada Monter

En el mundo actual estamos irremediablemente evolucionando a la par de la tecnología y todas sus implicaciones. Uno de los rubros que está en mayor cambio debido a las demandas de las nuevas generaciones es la publicidad, la gran herramienta que ofrece el marketing para lograr entre otras cosas difundir un discurso o mensaje a la sociedad.

Entendamos primero a la publicidad como uno de los ítems del propio marketing que tiene como uno de sus objetivos principales desarrollar estrategias para que las empresas logren divulgar información acerca de sus productos y estimular su consumo, eso ayuda a mantener el interés del público. Sin embargo, la publicidad también funge como un gran instrumento para transmitir mensajes y valores en las personas.

El desarrollo de un buen storytelling en los mensajes publicitarios y en cualquier discurso que tenga como meta inyectar un mensaje en la sociedad puede obtener resultados positivos, en esta ocasión me refiero a un fenómeno que hoy invade a la publicidad y que afecta a las personas con discapacidad (pcd): el individualismo y la cultura del rendimiento*.*

El fenómeno de la liberalización social que básicamente se traduce a una corriente que aboga por el desarrollo humano y su bienestar, sumado al individualismo que para el día en que se está escribiendo esto es una de las principales ideas que utilizan las personas para enfocar su desarrollo en sus propias necesidades y consumo es lo que provocó que los mensajes publicitarios modificaran su estructura reforzando así una intención: tú pones tus límites y tú decides hasta dónde eres capaz de llegar.

Si tenemos esto en cuenta podemos identificar ciertos aspectos como el laboral y cómo se ven muy beneficiados pues se puede disfrazar la sobreexplotación laboral con los mensajes de que uno mismo debe dar el 130 por ciento debido a que tu compañero entrega el 120 por ciento, entonces ya no existe un abuso por parte del patrón, todo esto se vuelve una competencia para satisfacer el ego de uno mismo porque si tus logros sólo te pertenecen a ti, también lo son tus errores.

Estamos obsesionados con reunir éxitos, pero nos atormenta el fallar por todo el valor que le atribuimos y olvidamos que eso sólo es parte del aprendizaje, eso nos vuelve una sociedad frustrada. 

Me gustaría también mencionar la típica historia que todos conocemos y justamente nace de la cultura del rendimiento, donde cierta persona con discapacidad debe sobrevivir con cuatro empleos al mismo tiempo y la propia atención se centra en que esa persona es alabada por su esfuerzo y se juzga a otras que no hacen lo mismo “por flojas”.

La realidad es que estos casos sólo demuestran la deficiencia que presenta el sector laboral, donde recordemos que no existe ninguna garantía para que las personas con discapacidad tengan acceso a un trabajo de tipo formal con prestaciones y seguro médico; recordemos que según estadísticas la mayoría de las pcd obtienen sus ingresos del emprendimiento y el trabajo informal, todo eso genera otros problemas con el pasar del tiempo y son tema para otra ocasión.

La publicidad enfocada en el rendimiento afecta a las personas con discapacidad directamente porque de entrada no nos ubicamos bajo las mismas condiciones para desenvolvernos como las personas que no tienen discapacidad, nos encontramos en una lucha para garantizar la inclusión además de los ajustes que cada una de las pcd requiere conforme a sus necesidades y muchos lugares no cumplen con esa parte.

¿Qué podemos hacer cuando sentimos que no podemos?

En primer lugar, no quiero que mis palabras sean sacadas de contexto, estoy consciente del maravilloso potencial que tenemos las personas con discapacidad, hemos demostrado con hechos que merecemos las garantías por las que luchamos, la reforma que tanto protestamos, que merecemos un trato digno y estamos listos para abrir más la brecha de oportunidades para aprovecharla satisfactoriamente.

Lo que en verdad quiero decir es que frente a los miles de mensajes publicitarios donde a toda la sociedad se le pide dar un mejor rendimiento sin importar que estés enfermo, tengas un compromiso o te haya ocurrido algo malo; lo que pido que entiendan es que también es válido detenerse un momento para tomar un respiro y descansar, que no debemos dejar que el sentimiento de frustración se apodere de nosotros.

Somos seres humanos y está bien reconocer nuestro límite, frente a una sociedad que premia las altas jornadas laborales disfrazándolas de esfuerzo individual la mejor protesta es abrazar el trabajo en equipo o permitirnos tomar un break para voltear a ver nuestra propia vida y lo que de verdad nos importa.

Una buena solución al problema que expongo es poner mayor atención a la intención que presentan los mensajes porque está demostrado que tienen implicaciones en el subconsciente humano, debemos abogar más por una

publicidad inclusiva que elimine el sentimiento de ser valioso sólo por rendir más que los demás. 

Me despido recordándole a mis compañeros que diariamente se debe hacer labor de aceptación, abrazar nuestra discapacidad y ser conscientes sobre que nuestra propia existencia se ve afectada por miles de variantes y situaciones que hacen a cada uno de nosotros un caso único, también entender que no se trata de satanizar a la publicidad más bien trato de exponer una realidad con la que debemos observar con más detalle.

El trabajo continúa.

Por Erick Estrada

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