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Las personas autistas son ¿agresivas?

Llama la atención que la mayoría de las personas con poco o nulo contacto con el Trastorno del Espectro Autista tengan la creencia de que uno de sus síntomas sea la agresividad, lo que invita a la reflexión y a entender las causas de ello.

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15 de noviembre de 2022

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Redacción Yo También

En estas últimas semanas diferentes familias me han hecho preguntas sobre lo que involucra el que diagnostiquen a uno de sus pequeños o pequeñas dentro del Espectro Autista; sin embargo, el comentario que más escucho es “…pero mi hijo no es agresivo”, y eso solo me hace pensar que como sociedad creemos que las personas autistas son agresivas. 

Es por eso que en estas líneas quiero desmentir ese gran mito: “todas las personas autistas presentan rasgos agresivos”, como si esto fuera una característica principal que involucra la palabra autismo. 

Con lo que me gustaría comenzar es recordándoles que todos somos nuestras experiencias, es decir, todos reaccionamos y actuamos por lo que hemos vivido y/o nos ha sucedido durante nuestra vida; entonces cuando un pequeño autista no ha podido encontrar la forma de comunicar su enojo o frustración de forma adecuada y sabe que el contacto físico le funciona ¿qué creen que es lo que va a utilizar para comunicar esos sentimientos? 

Es por eso que nosotras como terapeutas insistimos en que si las familias detectan que no hay un canal de comunicación adecuado entre ellos y su hija o hijo, es de suma importancia comenzar un proceso terapéutico, porque eso puede prevenir el que por una mala experiencia nuestras pequeñas y pequeños comiencen a usar el contacto físico para pedir objetos o marcar límites a los demás. 

Antes de que asocies el autismo con agresión, me gustaría que te preguntes: con esta conducta ¿qué está tratando de comunicar mi hijo?

Ahora, sobre las famosas terapias conductuales y su “inherente” recomendación para las personas autistas para que les enseñen a regularse: estas terapias no son un apoyo para nuestras niñas y niños, son herramientas, que aunque funcionan, solo los condicionan a responder de la forma en que otra persona quiere.

Es decir, los entrenan para portarse como las personas no autistas queremos, mientras ellos no estén comprendiendo la razón, porque en el condicionamiento no hay una comprensión del por qué sino un simple “así es lo esperado” y dejamos a un lado la posibilidad de diferentes formas de reaccionar ante una misma situación. 

Es por eso que yo no recomiendo terapia conductual; siempre será mejor una terapia de lenguaje, ya que ahí les ayudarán a sus pequeñas y pequeños a expresar y a comunicar sus emociones de una forma adecuada sin cambiar su esencia. Porque una persona que puede comunicar lo que siente es una persona que puede regular mejor su conducta. 

Por Maricarmen Medero

* Maricarmen Medero es Terapeuta en Comunicación Humana, egresada del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR); actualmente estudia una maestría en Procesos de Aprendizaje y Necesidades Educativas Especiales en la Universidad Panamericana. Además de diversos cursos y certificaciones, ha cursado tres diplomados enfocados en el conocimiento y búsqueda de metodologías humanas en el trabajo que se realiza con niños y jóvenes con autismo. Es coordinadora del centro “Mi Terapia con Ximena” sede Querétaro; que es un centro especializado en el abordaje terapéutico en niños pequeños, además de contar con una gran población de niños con autismo.