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La idea romántica de ser diferente

En el mundo real, las diferencias se reflejan de distinta manera y en ocasiones dan pie a situaciones de bullying y acoso que deben parar hasta ser completamente eliminadas en aras de la inclusión.

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8 de mayo de 2023

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Redacción Yo También

¿Cuántas veces hemos escuchado frases y consejos sobre la importancia de ser nosotros mismos? En este mundo en el que las redes sociales han contribuido a masificar modas y estereotipos, la consigna de “ser tú mismo” puede sonar a utopía. ¿Qué tanto hemos romantizado ser diferentes? ¿Ser “raros” y atrevernos a no ser como los demás?

Todos hemos visto y compartido la imagen en la que una niña, en un “mundo de princesas” se atrevió a ser una salchicha, haciendo alusión al disfraz de hot dog de una niña en contraste a las otras niñas de su salón disfrazadas de princesas. Recientemente, la serie de Merlina pareció haber sacado al “rechazado” que todos llevamos dentro y de repente resultó que todos fuimos raros, todos fuimos Merlina. 

Pero ¿qué pasa en la vida real? ¿Qué pasa cuando realmente una niña o un niño son diferentes a los demás? La diferencia puede tener un sinfín de caras y situaciones muy alejadas de la idea atractiva y romántica de ser una Merlina o atreverse a disfrazarse de un hot dog. 

Las diferencias en el mundo real se reflejan en intereses, capacidades, discapacidades, problemas de aprendizaje, timidez, color de la piel, habilidades sociales y en la mayoría de las ocasiones, para los niños y las niñas “diferentes” no es nada facil sentirse orgullosos de ser ellos mismos, salir al mundo a defender sus intereses o características vestidos de negros o de salchichas. 

Para la mayoría de los niños y niñas diferentes, ser ellos mismos es un peso con el que se enfrentan a la soledad en el mejor de los casos y a situaciones de bullying y violencia en los peores.

Este año supe por primera vez que el 2 de mayo se conmemora el Día Mundial contra el Acoso Escolar. Con hechos recientes como el caso de Norma Lizbeth y otros más, resulta increíble que no estemos hablando más de este tema. 

Como madres y padres de familia o personas adultas cercanas a las infancias, ¿cómo estamos enseñando a vivir con lo que es diferente?

¿Cómo estamos realmente transmitiendo la importancia y el valor de la inclusión y la diversidad? 

Somos conscientes de la máxima de “educar con el ejemplo” y quisiera invitar a todos a reflexionar si realmente lo estamos haciendo. Si más allá de romantizar a los rechazados y volverlos nuestros nuevos héroes, estamos enseñando a nuestros hijas e hijos que las diferencias no siempre son “diferencias cool” como no gustarte el color rosa o las princesas de Disney, pero que no por ello deben alejar y causar rechazo.

¿Cómo hacer para que las infancias se sientan orgullosas de sus diferencias y, a lo Merlina, las defiendan como parte de su ser ellos mismos?

Sin duda, hay mucho que hacer, mucho que cuestionar desde nuestro actuar y nuestra manera de entender y vivir la diversidad. El acoso escolar no es un tema menor, no sólo por las consecuencias fatales que, como hemos visto puede tener, sino por todas las consecuencias de las que hablamos poco, pero que se sienten y se nos quedan grabadas en el tiempo. 

Estos días que se conmemoran tantas cosas, saquemos provecho de las efemérides y reflexionemos y actuemos para construir un mundo de infancias diversas, felices y orgullosas de ser quienes son. 

Por Pamela Araico Aguilar*

Pamela Araico Aguilar es gerente de Políticas Públicas en AT&T, México. 

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