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En el Aniversario de la CNDH, ¿dónde estamos las personas con discapacidad?

Quienes encabezan el Mecanismo Independiente de Monitoreo Nacional de la Convención deben recordar que se requiere de mucho valor y convicción para romper sinergias de atraso y aletargamiento en un sistema que le ha dado poca importancia a las pcd.

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7 de junio de 2023

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Lídice Rincón Gallardo

Desde su creación en 1990, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha tenido que desempeñar un papel muy complejo en su labor, por tratarse de un país en el que la violación sistemática de los derechos humanos sigue siendo cotidiana. Hoy, en su aniversario, podríamos valorar cómo ha venido actuando este organismo público y autónomo en función de los tantos problemas que aún aquejan a nuestra nación. 

Sin embargo, quiero poner sobre la mesa un tema: el Mecanismo Independiente de Monitoreo Nacional de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Y es que me preocupa sobremanera el rumbo que ha tomado este Mecanismo. Cada Estado parte de la Convención tiene la responsabilidad de generar un Mecanismo que asuma la tarea de supervisar, proteger y promover todo lo que emana de este tratado, es decir, el respeto irrestricto de los derechos humanos y fundamentales de las personas con discapacidad (pcd).

Cuando nuestro país ratificó la Convención, localizó este Mecanismo en la Comisión dada su cercanía con la población y su capacidad de interlocución en los ámbitos locales. Estoy segura que hay muy buenas intenciones para llevar a cabo esta labor desde la CNDH pero ¿qué pasa en realidad? 

Desafortunadamente, en México, seguimos sin dar importancia y valorar a las personas con discapacidad. El tema ha sido debilitado de una manera indecible e incomprensible. Hay que decir que, al menos que no se le dé el valor que corresponde a “algo”, tendemos a desecharlo o maltratarlo, porque carece de valor. Al parecer, para la mirada de muchas personas, quienes tenemos alguna discapacidad carecemos de valía. 

Primero, hasta hace apenas unas semanas, el Mecanismo logró su independencia. Recordemos que la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad tiene ya más de una década. Ello hace lamentable que el Mecanismo, de manera inexplicable, se haya mantenido en suspenso. Ahora bien, ya goza de independencia y está integrado por un equipo de expertas y expertos de primer nivel. Me consta. También ya tiene titular y una persona responsable de la Dirección de Área. Y es aquí donde una piensa, reflexiona y se pregunta: ¿cuál fue el criterio para la designación de dichas personas? ¿Será realmente importante el principio básico de la Convención, es decir, “Nada sobre nosotros, sin nosotros”? También me surge la pregunta: ¿tendrán la experiencia de los grandes obstáculos literales y simbólicos a los que nos enfrentamos quienes vivimos con alguna discapacidad? ¿Tendrán conciencia clara (no sólo sensibilidad) de lo que significa el Mecanismo?

Me interesa señalar por qué, de manera obligada y responsable, las tareas al Mecanismo Independiente de Monitoreo Nacional de la CDPD deben ser asumidas con seriedad y firmeza. Porque para mí, sí es un asunto personal. Y no sólo porque Gilberto Rincón Gallardo fuera, junto con un grupo amplio de ciudadanas y ciudadanos, el mayor impulsor de dicha Convención. Es personal, porque tengo la conciencia del rezago educativo, de la falta de inclusión laboral en los centros de trabajo, de la falta de una Ley General para la Accesibilidad, del pleno goce del derecho al más alto nivel de salud, a la movilidad, a vivir en la comunidad, el entretenimiento, y así me puedo seguir.  

Pero claro, todo, de manera efectiva y real. Entonces, sí es un asunto personal, porque es simple y llanamente un asunto de conciencia. El Mecanismo tiene la tarea de supervisar, proteger y promover que todas las instancias de gobierno, de todos los niveles, y también la iniciativa privada, tengan condiciones para la inclusión. En fin, me quedo corta porque no alcanzo a mencionar todos y cada uno de los vacíos que existen para que las personas con discapacidad gocemos de manera plena de todos nuestros derechos. 

Sin embargo,hay algo más que al Mecanismo le falta por hacer y que sigue siendo una tarea pendiente: ser eje fundamental para solventar las observaciones del Comité de la Convención al Estado Mexicano. No se ha asumido la responsabilidad de realizar un trabajo con verdadera visión de Estado que, a través de alianzas estratégicas, pueda avanzar y armonizar al Estado mexicano con los Objetivos del Desarrollo Sostenible y, por supuesto con la CDPD. 

Esto con el propósito de que las personas con discapacidad puedan ser incluidas de manera inercial en un Estado de derechos sin cortapisas y de manera digna. Por ello, insisto que no se debe hacer caso omiso de nuestro principio básico: “Nada sobre nosotros, sin nosotros” ni de las observaciones del Comité, tampoco de las necesarias alianzas estratégicas o del equipo experto que integra el Mecanismo. Quienes hoy lo encabezan deberían tener la humildad de reconocer que es una ardua tarea y una gran responsabilidad que conlleva decisiones importantes. Pero sobre todo, que se requiere de mucho valor y convicción para romper sinergias de atraso y aletargamiento en un sistema que le ha dado poca importancia a la dignidad de las personas con discapacidad. 

Por Lídice Rincón Gallardo*

*Lídice Rincón Gallardo es feminista y luchadora social. Es es defensora de derechos humanos, presidenta de la Fundación Gilberto Rincón Gallardo AC y fundadora del Movimiento Tres Doce.

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