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Susana Xóchitl Bárcena GaonaSusana Xóchitl Bárcena Gaona

Discapacidad y sexualidad: tiempo de respuestas

Habitualmente se piensa que las personas con discapacidad no tienen interés en la sexualidad; sin embargo, nada hay más lejano de la realidad. Hoy llegó el tiempo de preguntarles y apoyarlos para lograr su reconocimiento como seres sexuales con derechos.

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14 de febrero de 2023

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Susana Xóchitl Bárcena Gaona

Las personas con discapacidad tienen el mismo interés en temas de sexualidad que las personas sin esta condición. Sienten, desean, se enamoran, quieren tener una pareja, experimentar sensaciones placenteras y mantener encuentros sexuales. Todas ellas merecen ser acariciadas con deseo, cariño y respeto.

¿Cómo lograrlo cuando la gente que les rodea piensa que son demasiado inocentes para pensar en esas cosas?, ¿cómo conseguirlo si no pueden elegir ni siquiera su ropa?, ¿cómo alcanzarlo si cuando hablan con su familia de sus necesidades afectivas les desestiman e ignoran?, ¿cómo hacerlo posible si la sociedad, los sistemas de salud y los medios de comunicación buscan castrarlas y borrar el deseo de su cuerpo? 

¿Qué pasaría si reconociéramos a las personas con discapacidad como seres sexuales, capaces de sentir y despertar deseo, dotados de un cuerpo susceptible de experimentar placer y emociones afectivas?

¿Qué ocurriría si renunciamos a la idea de que para merecer ser amados debemos ser perfectos? ¿Qué pasaría si la humanidad entera renuncia a los ideales de belleza inalcanzables y empezamos a ver la belleza en lo especial, único y diferente que habita en cada persona? ¿Qué pasaría si ubicamos el gozo como la guía de nuestras experiencias? 

Me gustaría que todas las personas con discapacidad reciban el apoyo, la guía y la confianza de sus familias para tomar decisiones sobre su cuerpo y sus relaciones afectivas.

Tengo la convicción de que si algo hay que borrar de su cuerpo es la culpa, la vergüenza, la represión, la tristeza, la frustración y la rabia que aparecen cada vez que les prohíben conocer su cuerpo o acercarse a otra persona. Estoy convencida de que al enseñarles a amar, cuidar y disfrutar su cuerpo se previene el que sean víctimas de abuso sexual o que sean ellas quienes violenten y transgredan la integridad de otras personas. 

Mi anhelo más profundo es que todas las personas tengamos la oportunidad de relacionarnos afectiva y eróticamente y que estas experiencias contribuyan con nuestro bienestar, nos permitan conocernos, mejorar nuestra autoestima, estar alegres y sentirnos vivos. 

Quizá sea una utopía, pero como decía Eduardo Galeano “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”. 

Por Susana Xóchitl Bárcena Gaona*

*Susana Xóchitl Bárcena Gaona es doctora en psicología de la Salud por la UNAM, educadora sexual por la Asociación Mexicana de Salud Sexual A.C, miembro del grupo de Investigación en Psicología y Salud Sexual, y profesora en el área de Educación Especial y Rehabilitación de la carrera de Psicología en la FES Iztacala, UNAM y candidata a investigador nacional del Sistema Nacional de Investigadores. Lidera DI Sexualidad, el curso gratuito pensado y planeado para personas con discapacidad intelectual.