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Autismax, o cuando la falta de certeza jurídica pone en peligro una institución

Un predio de 3,500 m2 donado por un alcalde y la constructora Frisa hace 32 años. Una escritura que nunca se entregó y un desalojo que pone en vulnerabilidad a 25 niños de bajos recursos con autismo en Ciudad Satélite.  Por Abraham Reza Desde hace una semana, el Hogar Infantil Autismax ha estado muy presente […]

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19 de julio de 2019

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Ilse Domínguez

*Un predio de 3,500 m2 donado por un alcalde y la constructora Frisa hace 32 años. Una escritura que nunca se entregó y un desalojo que pone en vulnerabilidad a 25 niños de bajos recursos con autismo en Ciudad Satélite. *

Por Abraham Reza

Desde hace una semana, el Hogar Infantil Autismax ha estado muy presente en redes sociales y en los medios. Se trata de una institución mexiquense que desde hace 32 años atiende a niños con trastorno del espectro autista de escasos recursos y que ahora está al borde del desalojo del espacio que ocupan en Naucalpan de Juárez.

El predio en conflicto, de unos 3,500 m2, se encuentra en Av. Fuentes de Satélite no. 5, de Ciudad Satélite. Es un espacio con áreas verdes y que cuenta con un edificio principal de 40 m2 donde se dan las terapias físicas y sensoriales, un patio de 100 m2 y una cocina de 30m2 que recientemente fue remodelada para no solo preparar sus alimentos, sino también para que se convierta en un aula extra y los alumnos puedan aprender el oficio de cocineros.

Después de tres años de pleitos legales, el 2 de julio pasado, un actuario y policías municipales trataron de desalojar a los empleados y a los 25 niños que actualmente asisten a Autismax.

Según los directivos de esta Institución de Asistencia Privada (IAP), todo comenzó en 1987 cuando el consorcio Fraccionamientos Residenciales e Industriales SA (FRISA) donó al Estado de México el predio como parte del Programa de Recuperación para resarcir el impacto social que hubo en la zona tras la construcción del Fraccionamiento Bellavista, también en Satélite.

En aquel entonces, el predio fue entregado al alcalde René Martínez Souverville quien decidió que el terreno completo fuera donado al Hogar Infantil Autismax y a la Casa Hogar Infantil San Luis Gonzaga IAP. Este acto de gobierno fue publicado el 25 de mayo de 1987 en la Gaceta del Estado de México.

A pesar de la donación formal, jamás ninguna de las dos asociaciones obtuvieron las escrituras con las que se avalaría el cambio de dueño, es decir, el traspaso de FRISA a las dos instituciones, ya que el dueño original nunca liberó esas escrituras.

La falta de regularización y seguimiento de esta donación por parte del Gobierno Estatal fue la razón por la que ahora, el predio es reclamado por la empresa constructora, propiedad de Eduardo Garza T, que afirma que cuenta con las escrituras correspondientes (más nunca hizo mención ni de aquella donación, ni de aquel resarcimiento, ni de lo publicado en la Gaceta del Estado).

El dueño ¿donador? __

Grupo FRISA es dirigida por el empresario regiomontano Eduardo Garza T. Es una de las empresas inmobiliarias más productivas del país. Desde 1957 ha construido más de 377 mil casas y vendido más de 210 mil lotes. Esta firma construyó los centros comerciales Mundo E y Magnocentro. FRISA, ‘Constructora de Ciudades’, actualmente cuenta con grandes desarrollos turísticos en La Riviera Maya y Tijuana.

De acuerdo con María León, presidenta del Patronato de Fundación Autismax, tras el reclamo e intento de desalojo se ampararon ante el Juez Cuarto de Distrito, pero fue una acción inútil, ya que efectivamente el predio nunca dejó de pertenecer a la empresa desarrolladora de Garza.

#YoTambien buscó al representante legal de FRISA, Óscar Alzaga Alcántara, a cargo de este caso, sin embargo, señalaron que ya trabajan en una negociación con los representantes de la institución y que no hablarán hasta llegar a un acuerdo.

Tras el mediático intento de desalojo, León fue citada el 8 de julio en la oficina del gobernador del Estado de México, donde fue atendida por Alejandro Osuna, secretario de Gobierno, Carlos Presa, subsecretario de Gobierno y representantes legales de Grupo FRISA (Paloma Villaseñor y José Toledano).

Ahí, en una reunión de 30 minutos, se comprometieron a que tanto la constructora como la autoridad estatal buscarían un lugar para reubicar la institución.

El plazo para una alternativa edilicia fue de 15 días, que vence el próximo 22 de julio.

La preocupación es que el nuevo lugar no esté cerca de los pacientes.

Los principales ingresos de Autismax dependen de donativos de empresas públicas y privadas. Las cuotas, que oscilan entre 400 y hasta 500 pesos, generalmente cuentan con becas de entre 50 a 90% de este valor, después de un estudio socioeconómico de las familias (6 de cada 10 niños pertenecen a  hogares que ni siquiera cuentan con los ingresos suficientes para adquirir toda la canasta básica).

Las historias dentro del hogar

Nohemí tiene 10 años y Annete 18. Ambas llegaron a Autismax hace 9 años. El miedo, la angustia y la ira eran la constante en su actitud, pues nunca habían recibido una atención especializada. Con el paso de los años ambas han mostrado avance en su desarrollo. 

Annete, quien también vive con autismo y discapacidad intelectual, ya sabe comunicarse a través del lenguaje gráfico. “Cuando nosotros la conocimos ella se tiraba al suelo cada que algo le salía mal y era imposible levantarla, ahora ya habla, baila, socializa y hasta canta”, narra la presidenta del patronato de fundación, María León Muñoz.

Nohemí ganó en independencia y autoestima, “sus terapias le han permitido aprender a comer y vestirse sola y, algo muy importante, ir al baño sin compañía. Pueden ser independiente”, cuenta María.

Otro hogar en peligro

En la misma situación de precariedad legal se encuentra otra institución para personas con discapacidad, una casa hogar pegada ni más ni menos que a la de Autismax. 

Se trata de la Casa Hogar Juan Luis Gonzaga, un centro de atención para pacientes con parálisis cerebral y sección medular, al que asisten 36 niños y adultos. 

Este espacio se encuentra a un costado del predio de Autismax, su cercanía se debe a que ellos también fueron beneficiados con la mitad de los 3,500 m2 que en aquel entonces entregó el Estado de México y, supuestamente, la desarrolladora.

“Los niños necesitan asistencia, no los pueden sacar así a la calle. Tenemos pacientes que llevan viviendo aquí 20 años y que no tienen familia”, afirma Victoria Martínez, doctora encargada de ésta casa hogar.

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