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Sala de cine que proyecta la película de LightyearSala de cine que proyecta la película de Lightyear

Desea ver “Lightyear”, pero no contaba con la falta de empatía

Un niño con autismo no pudo terminar de ver su película, porque personas en la sala de cine respondieron con agresión a sus manifestaciones de alegría.

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28 de junio de 2022

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Teresa Peón y Nava

Como todos los niños de seis años, Richie quería ir al cine a ver Lightyear, la más reciente película de Disney y Pixar, y el fin de semana, en familia, acudieron a las salas de Cinemex que están en Santa Fe.

La película empezó y Richie no dejó de celebrar lo que veía en pantalla, al igual que hicieron otros muchos niños y niñas que estaban en el lugar. Solo que, a diferencia de ellos, Richie recibió una respuesta agresiva.

“Es un niño con autismo», gritó la mamá de Richie ante las groserías y agresividad que recibían y que terminaron por hacer que salieran de la sala sin terminar de ver la película.

“Porque mi hijo lo único que hacía era reír fuertemente y emitir sonidos. ¿Sabes por qué? Así es como él puede transmitir lo que siente”, escribió más tarde Maribel Elizalde Mejía, al compartir la mala experiencia vivida en un grupo de mamás.

“Es una película para niños es obvio que no podrás estar en una película 100 por ciento en silencio; mi hijo disfruta mucho el cine y hoy todos ustedes destruyeron un día de una familia que trata de ser lo que tú llamas ‘normal’, de darle una vida a su hijo lo más común, para que pueda involucrarse con gente como tú: poco tolerante, sin respeto a los demás”.

El mensaje de Maribel, quien accedió a compartirlo con Yo También, es una llamada de atención a la sociedad que habla de respeto a la diversidad, pero que cuando tiene oportunidad de llevarlo a la práctica, lo olvida y rechaza la inclusión.

“Todo mundo anda por la vida pregonando que respetan la diversidad llámese como se llame y no pueden entender a un niño de 6 años”, explica.El mensaje de Maribel recibió las más diversas respuestas. Desde la solidaridad y la empatía, hasta la sugerencia de que colocara a Richie algún distintivo que lo identificara como un niño neurodiverso.

“Nadie está obligado a conocer la condición no solo de mi hijo, de nadie, pero tampoco tengo la obligación de ponerle a mi hijo algo que lo identifique por su condición, eso sería estigmatizarlo”,

considera Maribel.

“Richie es un pequeño de 6 años que ignora muchas cosas que pasan a su alrededor” y como mamá, dice, siente lo que lo que ocurre y saldrá en su defensa cuando recibe muestras de agresión, del mismo modo que lo haría cualquier madre, aunque muchas digan lo contrario.

Por Maribel Elizalde Mejia, como nos lo contó a Yo También.