Actualmente tengo una relación sexoafectiva con un hombre de 63 años. Desconozco con exactitud su discapacidad motriz, del por qué se pueden fracturar sus rodillas, lo que me lleva a ser cuidadosa y buscar posiciones seguras.
Ha sido un camino de exploración y de una comunicación cada vez más íntima que me lleva a hablar de mis fantasías sexuales en busca de placer.
Me gustaría verlo modelar una tanga de una especie de duende rojo, con ojos pegados que se muevan y una nariz para guardar su pene.
Creo que sería divertido y excitante ver esos ojos desorbitados.
Veremos si mi fantasía sexual se cumple.
Por María Isabel Castellanos Salinas | Fotografía de Infobae