Dany Marquez nació en Morelia, Michoacán, hace 30 años. Cuando tenía dos años era bastante inquieto y, mientras jugaba en el cerro, se enterró una espina de huizache en un pie. Algo que en principio parecía fácil de tratar, por un mal procedimiento médico, derivó en la imposibilidad de poder mover las piernas de por vida.
“Entré por una espina clavada en el pie izquierdo al Seguro Social, me ingresaron porque esta espina ya había avanzado, que según me iba afectar en cierta parte de mi cuerpo, me metieron a quirófano para extraer esta espina y cuando yo salí del quirófano ya no podía mover mis extremidades”, cuenta Dany.
“La gente que me conocía, amigos y familiares, me decían que era muy hiperactivo y creo que hasta el momento lo sigo siendo, andaba corriendo para todos lados”.
Recientemente conformó Caminemos Juntos Institución de Asistencia Privada, con la que busca ofrecer sillas de ruedas a precios accesibles a personas que, como él, tienen una discapacidad motriz. Otro grupo de expertos también con esta condición apoyan con su experiencia para hacer sillas de ruedas reacondicionadas que ofrecen a buen precio a quienes las necesitan.


“Ahorita van más de 150 personas beneficiadas ya con el proyecto aquí, tanto en Morelia y en todo el estado de Michoacán, porque ya se han ido sillas algunos municipios aquí cercanos, como Pátzcuaro, Tzintzuntzan, Zinapécuaro, Zitácuaro, han llegado al municipio de Tarímbaro, aquí en Morelia, de hecho ahorita tenemos un listado grande de solicitudes, de repente como que no nos damos abasto”, explica Dany.
Actualmente, la organización tiene 70 sillas de ruedas en reparación y requiere de algunos materiales, como tornillos, herramientas como compresoras para pintura (pistolas) y otras. La organización Caminemos Juntos está abierta a donaciones de personas particulares que busquen ayudar con una donación en especie o bien con algún aporte económico deducible de impuestos.


Las personas con una discapacidad motriz enfrentan dificultades para adquirir un trabajo. Cuenta que a veces obtienen un empleo del otro lado de la ciudad y el gasto en traslado -que suele ser taxi o plataforma de transporte privado- resulta mayor al salario.
“No mucha gente emplea personas con discapacidad y luego, cuando te emplean, el traslado de tu casa al trabajo es caro porque no hay transporte inclusivo, simplemente andas viajando en taxi o en Uber, pero son aplicaciones en las que nos tenemos que trasladar. Nos sale a veces más caro el caldo que las albóndigas”, explica.
Otro de sus proyectos consiste en resolver el problema del desempleo para este sector. Un grupo de personas con discapacidad recibe capacitación para hacer collares y pulseras, además de otros productos, incluso han fabricado licor tradicional. Luego, con ayuda de las autoridades, se buscan sitios públicos y organizan “mercaditos de la inclusión” en donde acuden a vender sus productos, también lo hacen a través de internet.


“Tenemos ya tiempo que estamos trabajando con unos amigos con discapacidad, que se llama Rodemos Sin fronteras, en este proyecto les enseñamos el autoempleo con algunas actividades como bisutería y elaboración de jabones, algunos ya pintan con la boca, elaboran manzanas con tamarindo y chamoy, se les enseña también dependiendo de lo que ellos quieran elaborar y se les facilite”, explica.
Dany busca también la incursión en la política michoacana. En 2021 quiso ser regidor y afirma que pronto volverá a intentar hacerse de un cargo público con el objetivo de trabajar en mejorar desde el poder las condiciones para todas las personas que tienen una discapacidad.
“Dentro de lo que cabe, sí me ha ido bien dentro de la política. A mí no me gustaba, pero ya entrando a la política es una manera en la cual puedes ayudar a tu sector. Ya estando dentro es más fácil, que tú desde este lado como activista social, cuando estás dentro de un espacio público es más fácil”, asegura.
Su faceta como deportista
Dany Márquez ha tenido la oportunidad de participar en eventos internacionales de atletismo y es integrante de la Selección Mexicana de Básquetbol sobre silla de ruedas. Si bien tras la pandemia dejó el deporte, todavía se mantiene atento a la convocatoria de la selección de baloncesto y busca volver a entrenar atletismo.
“Es lo que quiero retomar porque mis mismos compañeros, ahorita que me reactivé en la disciplina de baloncesto sobre silla de ruedas, mis amigos de atletismo todavía me dicen que me vuelva a integrar al atletismo porque igual todavía hay posibilidad de que pueda destacar nuevamente”, explica.
En entrevista, confirma que todavía tiene su silla de pista y entrena en una cancha de Morelia.
El Eco del Amor
Junto a sus vecinos, Dany Márquez creó una rondalla llamada Eco del Amor. Asisten a la iglesia y eventos en general. En este mes de abril tienen agendadas dos presentaciones religiosas y acompañarán una petición de matrimonio en la capital michoacana.
“No creían muy bien en el proyecto, yo estuve seleccionando algunos amigos que estábamos en diferentes coros, yo decía ‘éste requintea bien’, ‘éste canta bien’, ‘éste toca bien’, entonces los fui seleccionando y los junté. Fue del modo que empezamos, poco a poco”,
recuerda.
Con ellos ensaya los lunes y los jueves por las noches. Y, si bien es la única persona del equipo que tiene discapacidad, asegura que es quien más cree en el proyecto y ha salido adelante.
“Fue difícil acoplarnos, muchos no creían y se salieron o decaían, me tocó estar buscando a unos que otros integrantes, el chiste es que no desistí. Seguimos ahí con el proyecto y ahorita nos ha ido muy bien, de hecho por ahí tenemos tres tocadas pendientes en el mes de abril y gracias a Dios nos ha llegado trabajo”, cuenta.
Por Julio Ramírez, @julio_ramga
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