“Ni siquiera tengo las palabras para expresar el dolor tan grande que sentí en el corazón al saber que aún existen personas tan duras”, escribe Yazmín González García a Yo También para compartir la experiencia que vivió junto a su hijo de 2 años, diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista, al abordar un taxi de la plataforma Uber.


Yazmín comenta que de manera inusual, porque siempre los traslada su esposo, ella y su hijo se vieron obligados a recurrir a los servicios de Uber pero eso los expuso a una situación “incómoda, desagradable y triste”.
“Eso sin contar con el miedo que me invade al pensar que un día ya no voy a estar en este plano para proteger a mi pequeño”, lamenta angustiada.
Detalla que en ocasiones, su hijo se desorganiza un poco cuando entran a lugares, o en este caso el auto de alguien desconocido, pero normalmente tiene la capacidad de autorregularse casi de inmediato; “su terapeuta y muchas personas que lo conocen no me dejarán mentir”.
Sin embargo, este miércoles, “debido a las malas actitudes y groserías del conductor, me miraba de reojo con molestia, hacía sonidos de incomodidad ante el llanto de mi pequeño e incluso se quejaba, le subió el volumen al radio. Todo esto en conjunto lo único que logró es que lejos de regularse, el niño entrará más en crisis”.
De forma muy grosera, agregó Yazmín, se puso sus audífonos argumentando que
“era un viaje bastante largo para ir soportando eso”.
Además, cuenta, “por si fuera poco y debido a su mal actuar estuvimos a punto de chocar con una camioneta que iba delante de nosotros. Accidente que pudo ser provocado por su imprudencia e intolerancia y del cual no quiero ni imaginar las consecuencias que pudo haber tenido”.


Tras estar en riesgo, Yazmín pidió al conductor que le permitiera bajar y que cancelara el viaje. “Me bajó en pleno Periférico con mi pequeño de 2 años exponiéndonos a miles de peligros”.
La atribulada mamá comenta que ha leído miles de quejas sobre esta plataforma de taxis, pero hasta ahora les tocó a ella y a su hijo vivir una experiencia tan negativa que, dijo, desea que ningún otro niño o niña tenga que pasar.
Por ello, a través de Yo También, expresa tres deseos para lograr acceso a servicios eficientes y adecuados a las necesidades de personas con discapacidad.
- Ojalá la gente fuera más empática, porque al parecer muchas personas ahora ni siquiera notan que hay un problema.
- Ojalá que a los prestadores de servicios, incluidos los conductores de transporte al público, tomaran cursos acerca de inclusión.
- Ojalá puedan ayudarme a no ser invisible para comenzar a crear conciencia de la importancia de respetar la vida y las diferencias de todos los que nos rodean.
Por Yazmín González García como se lo contó a Yo También.
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