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Speedcubers: el documental sobre Max Park, su autismo y sus récords

El joven estadounidense de ascendencia coreana se ha convertido en uno de los solucionadores de cubos Rubik más rápidos de la historia, pero lo más importante es que esta habilidad le ha ayudado a manejar mejor su TEA.

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8 de mayo de 2023

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Ivett Rangel

Max Park es originario de Estados Unidos; tiene autismo y se ha convertido en una sensación al resolver los cubos de Rubik a tal velocidad, que ha ganado numerosos títulos del Libro de Récords Guinness. 

Sobre todo ello, Schawn y Miki Park, padres de Max, hablan en el documental que Netflix produjo sobre su hijo convertido ya en un astro solucionador de los cubos Rubik, luego que en 2017 impuso el récord de resolverlo en sólo 6.39 segundos.

“Originalmente, nunca comenzamos a resolver cubos por el reto que representan. Empezamos con ellos debido al autismo de Max”, dice el padre de Max, quien nació en Cerritos, California, en noviembre de 2001. “Desde que era muy pequeño buscábamos situaciones u oportunidades para que hiciera terapia”.

En el mundo del Trastorno del Especto Autista (TEA), añade, siempre estás trabajando en la socialización, y para socializar un poco necesitas a alguien con quien hacerlo. Entonces, con Max, siempre se buscaron oportunidades para que pudiera hacerlo y así es como la familia llegó a los cubos.

En una colaboración para la revista digital del Guinness World Records, recuerda que en un primer momento, las habilidades motoras finas de Max no estaban: no podía abrir botellas de agua, por ejemplo, y en casa había un cubo de Rubik y él mostraba interés. Como padres, pensaron que quizá les ayudaría a avanzar en el tema de la motricidad fina.

“Íbamos a las competencias de cubos, a enseñarle cómo hacer fila, esperar su turno y mirar directamente a alguien y decir ‘estoy listo’, que es una gran cosa. Mirar a alguien y señalar, cosas así, fueron un factor importante porque con el autismo la teoría de la mente es un problema y necesitábamos practicar eso mucho”, destaca.

“Que se volviera bueno en cubos fue sólo una ocurrencia tardía. En realidad, ni siquiera se consideró. Ni siquiera era importante”, subraya. “Para la gente ‘normal’ esto no es nada. Por ejemplo, recibe un premio y se da la mano, algo tan normal que Max no podría hacerlo. Eso lo practicamos, tanto como la resolución del cubo”.

Éxito al cubo y más 

Un día, en su segunda competencia, Max ganó y sorprendió bastante. Los padres pensaron que había un error porque estaba compitiendo contra graduados universitarios del MiT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) y Caltech (Instituto de Tecnología de California), y ahí estaba un niño de sólo 10 años venciéndolos.

“Nunca pensamos que (el viaje) lo llevaría tan lejos, hasta el punto en que ahora está obteniendo récords mundiales, es patrocinado para viajar por todo el mundo. Esto es sólo un territorio nuevo para nosotros”,

dice.

Para los padres de Max, una de las cosas más divertidas que han vivido ocurrió en el  Campeonato Mundial que ganó, no sólo por el orgullo que significó, sino porque obtuvo el certificado y miraba a la gente a su lado y hacía lo mismo que ellos para tratar de verse igual.

Los Park resaltan que otro de los logros importantes se manifestó en términos del desarrollo de su habla y su deseo de comunicarse con otros. “Cuando va a esas competencias, lo sabe instintivamente porque todos tienen el mismo interés… Eso ha aumentado enormemente su conciencia y capacidad para hablar con otras personas”.

Una vida en Netflix

Parte de la vida y logros de Max pueden ser vistos en «Los Speedcubers», el documental producido en 2020 por Netflix que lo muestra resolviendo el cubo Rubik en unos cuantos segundos.El documental de la plataforma de streaming muestra también la amistad y rivalidad entre Park, entonces de 17 años, y el australiano Feliks Zeemdegs, de 23, considerados los dos «cubers» más rápidos del mundo.

La producción permite ver los orígenes de la obsesión con el cubo Rubik que comparten ambos jóvenes y la amistosa pero feroz competencia entre ambos para revalidar el título de «cuber» más rápido del mundo. Mientras que para cualquier mortal le puede llevar unas tres horas resolver el cubo -si es que sabe cómo hacerlo-, a estos jóvenes no les lleva más allá de 7 segundos.

Zemdegs dominó las competiciones de «speedcubers» durante casi una década hasta que Park entró en escena y en 2017 consiguió batir el récord mundial de Zemdegs en resolución 3x3x3 en el OCSEF Open 2017. Pese a la rivalidad entre ambos, surgió una amistad verdadera que no se afecta por los constantes desafíos para superarse entre sí.

Por Redacción Yo También

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