Las y los amantes de la música electrónica estuvieron de fiesta con la novena edición del Electric Daisy Carnival, el famoso EDC, que se realizó del 24 al 26 de febrero en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
El festival creado en 1997 se ha presentado en países como Estados Unidos, Japón, Brasil y Reino Unido, y es considerado como el más grande para música electrónica fuera de Europa. Su auge en tierras mexicanas se mantiene desde 2014 a la fecha, según publica Infobae.
Así, en la reciente edición, las y los asistentes vibraron con una selección de más de 100 actos de música electrónica nacional e internacional. Marshmello, Martin Garrix, Diplo, Tiësto, Rehab, Illenium, Above & Beyond, y otros DJs fueron el atractivo que congregó a multitudes. Cien mil asistentes sólo el primer día, según cifras de los organizadores.
Entre esos asistentes hubo personas con discapacidad que hablan de su experiencia de forma muy distinta, ya que cada uno vivió condiciones diferentes. Por un lado, influencers como Guz Guevara y Jen Mulini, ambos usuarios de sillas de ruedas, compartieron en sus redes sociales que, si bien el festival cumplió con sus expectativas, en el tema de accesibilidad aún les quedaron a deber.
“El escenario del EDC wooow una verdadera locura. Una experiencia bien chida en mi festival de producción favorito”, escribió Jenn en su perfil de Facebook.
Esto, pese a que el EDC anunció facilidades para las pcd que son usuarias de bastones, muletas o sillas de ruedas.
“Desde que llegué el personal del acceso me vio, y como es un trayecto algo largo desde la entrada de la calle, vine también con mi silla de ruedas, y los carnalitos me ofrecieron el servicio de un carrito, es totalmente gratuito, así que dije ‘qué chido’”,
relató Rodrigo, de 27 años, al medio digital.
“Me llevaron un carrito como tipo de golf, y ya me metieron hasta acá adentro, ya les di mis boletos, los escanearon y listo, lo que sí es que la silla de ruedas está algo complicado por los desniveles que hay, pero ya dije ‘mientras caminemos mejor me voy en muletas porque es más fácil, pero la verdad es que estoy muy bien”.
Así, Rodrigo no tuvo problemas para disfrutar las amenidades del festival, porque aunque usuario de silla de ruedas, tiene la posibilidad de caminar, lo que no ocurre con otras personas con discapacidad motriz.
Por Redacción Yo También
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