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Fotografía a blanco y negro, formada por líneas del rostro de Katia D’Artigues, una mujer de mediana edad que utiliza anteojos y aparece de frente, sonriendo a la cámara.Fotografía a blanco y negro, formada por líneas del rostro de Katia D’Artigues, una mujer de mediana edad que utiliza anteojos y aparece de frente, sonriendo a la cámara.

Las personas con discapacidad, siempre ‘para después’

Los hechos contradicen los discursos oficiales mientras el tiempo corre y en México faltan cifras desagregadas que se traduzcan en verdaderos programas de apoyo y una plena inclusión a la sociedad.

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21 de julio de 2021

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Redacción Yo También

Por Katia D’Artigues

En el discurso público, al menos de las autoridades (y más si son candidatos o candidatas en campaña) siempre las personas con discapacidad (pcd) van primero. Pero sólo en el discurso; ya cuando hablamos de hechos, no es así.

Esta semana recordamos varios ejemplos. 

A un mes y 16 días de las elecciones del 6 de junio, aún no podemos saber, por ejemplo, cuántas personas con discapacidad votaron o al menos cuántas fueron las registradas en un formato que se estrenó ese día en todas las casillas de México.

El documento, que además iba en el sobre del PREP (lo primero que se abre, lo sé porque fui funcionaria de casilla) se llama “Registro de personas con discapacidad que acuden a votar” y donde los secretarios y secretarias de casilla debíamos anotar el número de pcd que acudían a votar, si eran hombres, mujeres, si tenían una discapacidad visible y qué tipo de apoyos utilizaron o no utilizaron ninguno.

Pues aún no están los resultados. ¿La razón? Bueno el INE está muy ocupado preparando la primera consulta popular que se realizará este 1 de agosto. Esa oda a la ambigüedad que aprobó la Suprema Corte de Justicia de la Nación y nos preguntará si los y las mexicanas estamos dispuestas a que se juzguen a actores políticos por decisiones del pasado o algo así (aunque nuestro actual presidente insiste en que está dirigido a los expresidentes). 

Ya será para despuecito que sabremos. Por el momento ese dato no es prioridad.

También pasa con las vacunas contra el COVID-19 (y que ahora urge más por la variante o mutación Delta que es mucho más contagiosa que las demás y que, por lo menos en la Ciudad de México, ya son 6 de cada 10 casos que se presentan). Desde el 11 de mayo se publicó en el Plan Nacional de Vacunación que ya se vacunaría de manera prioritaria a personas con discapacidad. 

¿Qué ha pasado? Nada, en realidad. Las pcd que ya están en las edades de vacunación de calendario por edad se vacunan, pero no los más jóvenes, incluso cuando ya se aprobó la vacuna Pfizer para uso en mayores de 12 años. Y cuando vemos que crece el contagio justo en población que tiene menos edad. 

Se anunció que se haría la vacunación a pcd, pero no se dijo cómo. Así está a discreción, buena voluntad y criterio de los “Servidores de la Nación”. A pesar de que ya hay cientos de amparos interpuestos en el Instituto Federal de la Defensoría Pública; a pesar de que lo anunció el propio Hugo López Gatell (pero al ver, uno, que eran tantas personas; y dos, que no estaban capacitados para atenderlos cabalmente hicieron mutis). Y eso a pesar de tener un grupo de la sociedad civil dispuestos a apoyar con todo.

Para no terminar deprimidos, hay una ventana que se abrió esta semana. Un organismo autónomo (de esos que quiere desaparecer Andrés Manuel López Obrador) el Instituto Nacional de Estadística e Informática, el INEGI, publicó unos “Lineamientos para captar, integrar y presentar información de población con discapacidad en programas del Sistema nacional de Información Estadística y Geográfica” y que, además, ¡sometieron a consulta! (que ya hemos hablado de la importancia de esta figura que poco se entiende, pero es obligatoria y no está regulada).

Pues bien, hace dos semanas, un grupo de organizaciones encabezadas por Human Rights Watch (a las que se unió Yo También) mandamos una carta para pedir al INEGI ciertas cosas sobre esta consulta y pedir su ampliación, con argumentos.

El lunes 19 el propio presidente del INEGI, Julio Santaella contestó la carta abierta. Si bien lo hizo en un formato no accesible (una imagen a las que no pueden acceder los lectores de pantalla de personas con discapacidad visual) dijo que sí y hasta nombró a un funcionario para ser escuchados. La primera reunión es este jueves con un interlocutor designado por él: Eduardo Gracida Campos. Ya les contaremos.

Esperamos buenos resultados porque si algo faltan en México son cifras desagregadas, cruzadas con otros datos para -si en verdad las personas con discapacidad son primero como dice la narrativa de casi todas las autoridades- todo lo necesario para su verdadera inclusión se haga bien.