El riesgo de contagio impide que familiares se despidan de sus seres queridos y, al no verlos, no pueden elaborar el duelo ni aceptar que no volverán a reunirse.
La crisis detonada por el coronavirus SARS-CoV-2 crea retos diferentes para las personas, sin y con discapacidad, aunque es un hecho que para estas en ocasiones no resulta tan sencillo asimilar las condiciones que deben seguirse para evitar contagios.
En un ejercicio multidisciplinario, las autoridades buscan proteger los derechos humanos y garantizar el acceso a la salud de las personas con discapacidad en esta época de pandemia.
Llega la temporada invernal y este año la epidemia de influenza convivirá con la de coronavirus.
Si bien comparten síntomas, hay diferencias:
Paquete Económico 2021 relega a las pcd + La depresión y el aumento del suicidio en México + Homeschooling, ¿funciona? + Superhéroes de la vida real llegan a las pantallas
La organización civil con sede en Zipolite advierte que los graves rezagos aumentan ante la presencia del COVID-19 y el dengue, dos enfermedades que tienen síntomas parecidos y para los que no tienen medicamentos ni la atención adecuada.
Ni la condición genética que afecta su aprendizaje, lenguaje y movilidad,
le impiden expresarse y transmitir un poderoso mensaje a los demás
La realidad que vivimos nos obliga a alejarnos de contagios y prácticas que no solo afectan la salud sino que representan una carga emocional extra.
Según la OMS y Unicef, los menores de cinco años pueden librarse de usarlo, pero no así de seis años en adelante, siempre y cuando sean capaces de comprender los riesgos de un uso inadecuado.