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El primer ingeniero en accesibilidad del Washington Post es un avance para la accesibilidad en los medios

El trabajo del Post en favor de la accesibilidad sirve de guía para otras organizaciones que quieran trabajar en eso.

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27 de marzo de 2023

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En un mundo en donde persiste la discriminación en contra de las personas con discapacidad, mucho del trabajo que se enfoca en la accesibilidad tiene que hacer hincapié en temas que suelen pasarse por alto.

Desde un puesto como el primer ingeniero en accesibilidad del Washington Post, Holden Foreman consolidará un trabajo que ya se venía realizando tras bambalinas, sacará la accesibilidad a la luz y vinculará el trabajo de ingeniería del Post con el escenario de accesibilidad más amplio que muchos lectores recorren todos los días.

Trabajos como el de Foreman sirven para ponerle cara y nombre a los temas de accesibilidad pero son relativamente nuevos en los medios de noticias, especialmente para el público. Sin embargo, los esfuerzos para que el periodismo sea más accesible ya tienen una larga historia.

La discusión en torno a los asuntos de accesibilidad como el texto alternativo y los lectores de pantalla es cada vez más importante, pero, la accesibilidad no comenzó aquí.

Desde los servicios de lectura para las personas que viven con discapacidad visual, como el servicio de noticias de la National Federation of the Blind, hasta la implementación de subtítulos, en 1970 para la televisión pública, y el aumento de reportajes realizados por personas con discapacidad en salas de prensa grandes y pequeñas de todo el país, The Washington Post está tomando un liderazgo sin precedente.

Geoff Freed, director de consultoría de accesibilidad digital en Perkins Access, dice que las compañías que buscan construir accesibilidad necesitan entender que estos procesos no son un acontecimiento de años recientes. Estos cambios costaron mucho trabajo.

“Creo que es importante subrayar que la historia de la que hablamos se basa en la promoción. De las personas con discapacidad visual, auditiva, que no tienen acceso al periódico o a la televisión, y que se manifiestan diciendo: ‘quiero tener acceso a esto, quiero encontrar la forma de tener acceso a un artículo del Washington Post, quiero encontrar la forma de poder ver las series de Masterpiece Theater’”.

El alcance de este trabajo

Freed, quien durante los últimos treinta y tantos años ha desempeñado un rol integral en el desarrollo de la Web Content Accessibility Guideline, que es el estándar funcional para la accesibilidad a la red en todo el mundo, dijo que lo que está haciendo el Post sirve como guía para otras organizaciones que quieran hacer lo mismo,

“El hecho de que alguien vaya y diga ‘estamos haciendo esto’, realmente indica que se lo toman en serio, y que también ven que los beneficios son para personas que no son el público objetivo”.

La historia de la accesibilidad, en los sitios o en cualquier lugar, está plagada de denuncias y cumplimiento de normas. Foreman, quien no se identifica como persona con discapacidad, dice que está consciente del trabajo de otras personas, incluso de los que han hecho de la discapacidad el trabajo de su vida, y que el nicho de la accesibilidad siempre evoluciona. Dijo que una parte clave de su papel es no asumir y no exigir trabajo innecesario por parte de aquellas personas que se ven muy afectadas por la falta de accesibilidad, específicamente las personas que viven con discapacidad quienes normalmente tienen que luchar para conseguir el mínimo de accesibilidad en internet. Las experiencias de estas personas superan por mucho las nociones preconcebidas que él o sus colegas puedan tener,

“Lo que no queremos hacer es adoptar una postura de: ‘Arreglen estos asuntos por nosotros, o ustedes hagan todo porque es su experiencia’… Yo no vivo con discapacidad. Quiero ser competente en mi posición, ayudar, ser un recurso y no quiero estar asumiendo porque creo que esto es lo que da lugar a la inaccesibilidad”.

¿Qué sigue?

Cuando el Post anunció el nombramiento de Foreman en su blog de ingeniería en enero, en un sitio que Foreman dirige, se incluyó un resumen en lenguaje sencillo, lo cual es un ejemplo de que se pensó en la accesibilidad. El graduado de Stanford dice que su objetivo fundamental es construir sistemas, internos y dirigidos al público, que proporcionen mayor acceso y que los medios se beneficien de sacar la accesibilidad de las sombras para llevarla a la luz.

“Si los periódicos siempre están diciendo detrás de escena cosas como ‘estamos conscientes y vamos a hacer la cobertura y haremos ajustes pero no vamos a estar hablando de esto, ni a exhibirlo, ni a hacer que reluzca’,  entonces yo pienso que van a pasar cosas sin que nadie se de cuenta. Y, como ya se sabe, las publicaciones siempre quieren llamar la atención y quieren que se vean sus contenidos”.

Ran Ronen, quien trabaja en tecnología de la accesibilidad en su compañía Equally.ai, dijo que construir nuevos sistemas, en lugar de acondicionar lo que ya existe, permite una accesibilidad más profunda.

“Entonces, cuando hablamos de accesibilidad pensamos: ‘¿Cómo construimos un edificio resistente, que sobreviva al tiempo?’  Es muy difícil para las empresas llegar y pedirle a un desarrollador, ‘OK, ahora tienes que hacer que cada sitio y cada código sean accesibles’”.

Ronen dice que espera que los esfuerzos de compañías grandes como el Post impulsen el desarrollo y ayuden a las personas que trabajan en tecnología, incluyendo a los ingenieros, a entender que la accesibilidad es algo que tienen que aprender en su carrera y no algo que es lindo saber o una habilidad sin importancia.

¿Es la accesibilidad un juego de ricos?

La mayoría de las organizaciones noticiosas no tienen dueños multimillonarios como Jeff Bezos, pero Freed dice aunque una compañía no tenga el tamaño del Post no quiere decir que no pueda implementar la accesibilidad como parte importante de su empresa.

“Lo más importante es que incluso a menor escala, la gente presta atención a la organización y aprende, o les enseñan, a pensar en la accesibilidad, no sólo para hacer los códigos, sino para pensar en la motivación para hacer que todos los materiales sean accesibles”.

Freeman dice que las personas interesadas en la accesibilidad dentro de la ingeniería tienen que empoderarse para hablar con personas como él, especialmente si se enfrentan a críticas por la accesibilidad de su medio.

“Yo animaría a las personas que se encuentran en esa situación, si trabajan en una sala de prensa o si sólo tienen conciencia del tema pero no tienen contexto, o recursos, a que hablen con personas con puestos como el mío, o con el editor de accesibilidad visual del New York Times. Porque el periodismo es una comunidad, y muchos de nosotros estamos en Twitter y otras plataformas y estamos allí por una razón que es hablar con la gente”.

Por John Loeppky | Traducción de Graciela González