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Voluntaria en Ucrania dando rehabilitación a pacientes amputados-Voluntaria en Ucrania dando rehabilitación a pacientes amputados-

Voluntarios de Ucrania se unen para rehabilitar a sus soldados

Los impactos físicos y emocionales de los heridos, mutilados o traumatizados de forma severa ocupa a miles de voluntarios y autoridades.

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7 de marzo de 2023

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Teresa Peón y Nava

KIEV – Miles de funcionarios y voluntarios trabajan a diario en Ucrania en la rehabilitación física y emocional a los soldados heridos, mutilados o severamente traumatizados por las explosiones constantes y el impacto de metralla.

Uno de los pilares de esta movilización nacional es el Centro para la Salud Mental y la Rehabilitación de Veteranos Lisova Poliana, que pertenece al Ministerio de Sanidad, está situado a las afueras de Kiev y trata a centenares de militares con heridas o secuelas graves.

“Los casos más comunes son el síndrome posterior a la conmoción cerebral que se produce como consecuencia de las explosiones. También tratamos amputaciones y los daños traumáticos en el sistema nervioso, periférico o central”, dice Dmytro Khrystych, uno de los fisioterapeutas del centro.

Dima, como le conocen todos, es una pieza clave en este entramado compuesto por un centenar de médicos, terapeutas, psicólogos y profesionales de otras disciplinas al que se suman otros tantos especialistas que ofrecen gratis sus servicios para ayudar a los soldados heridos.

Graves heridas de metralla

Yurii Nechynskyi es uno de los pacientes de Dima. Nechynskyi vivía en Nueva York con su familia hasta que Rusia comenzó su invasión a gran escala de Ucrania, cuando este exsoldado profesional decidió regresar a su país para alistarse en el ejército, donde estuvo a cargo de una unidad de 110 hombres.

Fue herido de gravedad en diciembre. “Un proyectil de lanzacohetes Huracán atravesó dos paredes del edificio en el que estábamos y sufrí el impacto de la metralla”, recuerda Yurii mientras se ejercita.

“Me rompió una pierna, me torció completamente el brazo y tenía fragmentos de metralla incrustados en la cabeza”, dice este ucraniano natural de Umán, una localidad situada 200 kilómetros al sur de Kiev.

En el momento de la explosión, Nechynskyi llevaba en el bolsillo de su forro polar una batería externa de móvil. “El ‘power bank’ me salvó la vida”, dice emocionado y divertido al explicar cómo el aparato paró un fragmento de metralla que habría alcanzado sus órganos vitales.

De refugiada en Murcia a voluntaria en Kiev

Kateryna Bovan estudia Educación Física y viene como voluntaria al centro, donde imparte sesiones de recuperación para los músculos abdominales y lumbares, los de la pelvis y los que rodean la columna, así como para “la movilidad del hombro y para la espalda”

Kateryna llegó como refugiada a España con su hermana en marzo de 2022. Ambas pasaron tres meses en la localidad de San Pedro, en Murcia, donde las dos jóvenes aprendieron suficiente español como para comunicarse antes de regresar en junio a Kiev para contribuir desde aquí a la causa ucraniana.

El ejército de la belleza

En el centro Lisova Poliana funciona también una peluquería improvisada. Es una iniciativa de Oleksii Antonyuk, un famoso peluquero ucraniano que ha movilizado a sus colegas para que se desplacen a cortar el pelo a militares heridos.

“Tenemos un grupo de Telegram en el que comunicamos las necesidades que van saliendo”, dice Antonyuk, que ha llamado al grupo el “Ejército de la Belleza”.

“Cuando se nos pide, acudimos”, explica Antonyuk, a quien la experiencia está sirviendo para ser consciente del alto precio que está pagando su país por resistir a la agresión de Rusia.

Antonyuk está convencido de que Ucrania ganará esta guerra, pero pide a los países occidentales que envíen armas “rápido” para acelerar el camino a la victoria y parar el flujo de heridos y mutilados.

Método Feldenkrais y acupuntura

Algunos de estos militares mutilados participan en la clase semanal de la escritora, bailarina y profesora del Método Feldenkrais Larissa Babij. “Funciona con gente con grados muy diversos de trauma”, cuenta Babij sobre esta práctica que busca mejorar la conciencia individual sobre el cuerpo mediante el movimiento.

Esta práctica, explica la profesora, no solo contribuye a que militares severamente traumatizados se relajen. También les ayuda a recuperar el sueño, a volver a caminar y a hablar con fluidez tras las disrupciones provocadas por el trauma.

De la guerra de Afganistán a las invasiones

El centro Lisova Poliana trató durante décadas a veteranos soviéticos de la guerra de Afganistán, y renovó su misión en 2014, cuando milicias separatistas dirigidas por Rusia declararon la independencia de dos regiones del este de Ucrania y estalló la guerra del Donbás.

La invasión a gran escala de Ucrania iniciada por Rusia en febrero del año pasado duplicó el número de internos, pero quienes trabajan en Lisova Poliana insisten en recordar que la agresión militar rusa comenzó en 2014 con la mutilación del Donbás y la anexión de Crimea.Los ucranianos, subrayan, llevan casi una década muriendo en el frente.

Por Redacción Yo También | Fotografía EFE

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