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Monitor que proyecta la página web de Tryp.Monitor que proyecta la página web de Tryp.

Lanzan app para comerciar suplementos de cannabis en México

Los productos, que no tienen los registros sanitarios correspondientes y son solo “suplementos”, llegan a cualquier lugar en el país, según promueve la empresa Tryp, que está detrás de la aplicación.

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23 de enero de 2023

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Itzel Ramírez

Gomitas, palomitas, chocolates, galletas, café, alimentos y aceites para mascota, proteínas en polvo, miel, paletas, frituras, mermeladas son solo algunos de los productos elaborados a partir de la marihuana como cáñamo o CBD que ya están en México dentro de un mercado impulsado desde el mundo digital.

También hay mascarillas, acondicionadores, bombas para el baño, shampoos, aceites esenciales, tinturas, ungüentos, cremas y geles faciales, lubricantes y cremas para masajes, además de la venta de máquinas para hacer extracción casera de cannabis, que son parte de la oferta alimentaria de Tryp, una página especializada en comercializar productos derivados de la marihuana

El lanzamiento oficial de la plataforma digital que, tanto a través de una app como de una página de internet, vende una amplia gama de productos derivados de cannabis ocurrió en días pasados, según reportó el diario Milenio.

La apertura a la venta de productos cannábicos contrasta con el camino de omisiones y barreras burocráticas que impiden en México el acceso a medicamentos derivados de cannabis, en lo que es el florecimiento de un mercado de cosméticos y suplementos alimenticios con componentes de marihuana que carece de controles de calidad y registro sanitario.

En este panorama, critican especialistas, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) es la gran ausente, pues ha permitido el crecimiento del negocio a expensas de las necesidades de pacientes que requieren marihuana medicinal.

La omisión agrava el problema porque aparecen productos que prometen tener aplicaciones terapéuticas, dicen algunos especialistas.

Ese sería el caso, por ejemplo, del aceite de CBD, que es promovido en la página para “usarse para tratar ansiedad, depresión, mejorar concentración, estado de ánimo y energía, reflujo, gastritis y colitis”; y de las tabletas, que según el vendedor, ayudan a reducir el estrés, calmar la ansiedad, mejora el sistema inmune y el estado de ánimo. También se ofrecen todo tipo de aceites y tinturas capaces de combatir el insomnio y relajar.

“Creo que mi nivel de ansiedad necesita mayor concentración, no he sentido un efecto como el que esperaba. 😕”, se lee en la reseña de unas cápsulas cuyos ingredientes son vitaminas, fécula de maíz y extracto de cáñamo.

Para saber más: A 5 años, ¿cuál es el panorama del cannabis medicinal en México?

Cannabis medicinal, a la espera

María Fernanda Arboleda, médica y experta internacional de cannabis medicinal, criticó en noviembre pasado este mercado no regulado de suplementos.

“El producto dice ‘aquí tengo 200 mg de CBD (cannabinoides)’, quién dijo que sí o que no, dónde está el respaldo sanitario. Hay estudios que muestran que hay una situación crítica, de 84 productos de más de 30 compañías comprados al azar en línea en Estados Unidos, más del 60 por ciento de las etiquetas no correspondía al análisis del etiquetado”,

dijo Arboleda en un foro organizado a propósito de la regulación de marihuana medicinal en México.

La especialista recordó que la ausencia de normas claras y de vigilancia permite que se comercialicen suplementos alimenticios y productos de uso cosmético que se promocionan como tratamientos de cannabis pero de los que no es posible saber su calidad y que no sirven para terapias médicas.

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¿Sí cura, pero no es medicina?

Tan laxa es la regulación mexicana para estos suplementos que la propia página que promueve las compras en líneas advierte a sus potenciales compradores que ninguno de los más de 500 productos que venden ha sido sometido a pruebas por autoridades sanitarias.

“Este producto es un derivado del cáñamo y su concentración de THC es menor al 1 por ciento como lo requiere la ley federal. Este producto no es y tampoco debe ser considerado como un medicamento, en virtud de que no está destinado para diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad, trastorno y/o padecimiento, por tal razón, el producto no cuenta con registro sanitario y tampoco cuenta con evaluación por parte de ninguna autoridad regulatoria. El consumo de este producto es responsabilidad de quien lo usa”, es la leyenda que aparece como aviso legal en todos los productos que vende Tryp.

Para que algún fabricante pueda colocar su producto en la plataforma basta con cumplir con los estándares de un análisis de laboratorio que vende la misma página por dos mil 349 pesos. 

“Si tus productos cumplen con los parámetros establecidos, en automático son aceptados dentro de Tryp Now ¡puedes comenzar a vender con nosotros ya mismo! Al realizar tu compra recibirás un mail con las instrucciones a seguir para que puedas enviarnos correctamente tus productos para análisis. Al cabo de 3 a 5 días hábiles estarás recibiendo los perfiles cannábicos de tus productos por vía electrónica y si cumplen con los requisitos, ya pueden ser publicados en Tryp”, avisa el sitio.

La salud, en juego

Margarita Garfias, fundadora de la organización Familias y retos extraordinarios y activista por el uso de la marihuana medicinal, considera que este tipo de páginas y productos son estafas que “juegan con la salud y el tiempo de la gente”.

Cofepris, explica Garfias, “dice que no puede hacer nada hasta que se ponga una denuncia sanitaria”.

En noviembre de 2021, este artículo de la Escuela de Medicina de Harvard explicaba cómo en Estados Unidos los productos de CBD seguían siendo considerados como suplementos – lo que los libraba de la regulación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (la FDA, el Cofepris estadounidense)-, a excepción de Epidiolex, el único producto aprobado por la agencia para tratar algunos tipos muy específicos y raros de epilepsia.

El texto explica que ante la venta no regulada de estos suplementos, no hay certeza sobre sus cantidades ni ingredientes.

“Las pruebas (de laboratorio) igualmente muestran que muchos productos no contienen lo que dicen las etiquetas. Por ejemplo, podrían tener menos CBD de lo que anuncian. También hay que tener en mente que los productos de CBD no están estandarizados”,

indica el documento.

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Lo mejor, dice el artículo, es adquirir los productos de CBD en un dispensario “un establecimiento legalmente autorizado para vender marihuana”. Ahí, cada producto se etiqueta con la indicación exacta la cantidad de CBD y si contiene THC.

“Salimos todos perdiendo, gana el mercado negro, un mercado gris que está colocando estos productos pero desgraciadamente los venden como productos milagro donde tú no sabes ni siquiera si contiene cannabis o si contienen los porcentajes que se requieren para que sea terapéutico y para que sea de utilidad a una persona que lo requiere”, contó Garfias a Yo También en una entrevista a propósito de los dos años de entrada en vigor del reglamento que permitiría la entrada de medicamentos de cannabis al mercado nacional, pero que no logró su cometido.

Margarita Garfias, ganadora en 2021 del Premio Nacional de Derechos Humanos y fundadora de la organización Familias y retos extraordinarios

El investigador Alejandro Madrazo Lajous observó en una entrevista realizada en agosto pasado cómo la falta de regulación ha beneficiado a las grandes empresas.

“El grueso de esos suplementos alimenticios son importados, provienen de grandes empresas extranjeras que en medio de toda la confusión por la falta de regulación adecuada han logrado importar estos productos que no se producen a nivel nacional”, explicó en .

Por Itzel Ramírez