Por Redacción Yo También
La BBC, o British Broadcasting Corporation, el medio público inglés acaba de sacar su lista de “100 mujeres inspiradoras e influyentes del mundo para el 2021”. La mitad de la lista son mujeres afganas, muchas de ellas aparecen con seudónimos para proteger su identidad dado el resurgimiento del gobierno talibán que en agosto de 2021 ha cambiado la vida de millones de personas en ese país, pero sobre todo ha puesto en juego la vida de las niñas y mujeres.
Este año así la BBC reconoce su valentía y logros mientras, dice la publicación, “están siendo forzadas a resetear sus vidas”.
Además de la mexicana Marcelina Bautista, defensora de los derechos laborales de las trabajadoras del hogar, la publicación reconoce a tres mujeres con discapacidad y una arquitecta que trabaja en incluir la experiencia y necesidades de las personas con discapacidad en ambientes inclusivos.
Aquí están:
Abia Akram, pakistaní.
Es activista del movimiento por los derechos de la discapacidad desde 1997, cuando como estudiante inició el Programa de Intercambio de Talentos Especiales (STEP).
Es la primera mujer pakistaní nombrada coordinadora del Foro de Jóvenes con discapacidad
Es la primera mujer de Pakistán en ser nombrada coordinadora del Foro de Jóvenes con discapacidad de la Comunidad Británica de Nacionales (la Commonwealth). Ha hecho campaña para la implementación de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad de la ONU y también para que dentro de la Agenda 2030 se contemplen a las personas con discapacidad dentro de los objetivos de Desarrollo Sostenible.
Una cita: “Para restablecer el mundo después de la pandemia de COVID-19, debemos actuar de manera conjunta para mejorar todos los aspectos de nuestras sociedades sobre los que se construirá la “nueva normalidad” y, como resultado, deberíamos ver un desarrollo mucho más inclusivo”.
Sevda Altunoluk, turca.
Jugadora profesional de goalball (un deporte en el que equipos de tres jugadores con discapacidad visual o con los ojos vendados lanzan una pelota incrustada con cascabeles en la red de sus oponentes). Nació con discapacidad visual en Tokat, Anatolia, completó una licenciatura en educación física en Ankara.
Es considerada la mejor jugadora de este deporte en el mundo. Ha sido la máxima goleadora en dos Juegos Paralímpicos, dos campeonatos mundiales y cuatro europeos.
Altunoluk ayudó al equipo femenino turco a ganar el oro paralímpico en Río 2016 y Tokio 2020.
Una cita: “La discapacidad no debe verse como un obstáculo, sino como una oportunidad para expresarse”.
Nilofar Bayat, afgana.
Capitana del equipo nacional de baloncesto en silla de ruedas y defensora de los derechos de las mujeres con discapacidad. Bayat huyó de Afganistán para escapar de los talibanes. Ella y su esposo, Ramish, también jugador en silla de ruedas, trabajaban para la Cruz Roja Internacional.
Cuando tenía dos años, un cohete golpeó la casa de su familia, matando a su hermano y dañando su médula espinal. Bayat jugó su primer partido de baloncesto en una cancha abierta en el centro de Kabul, un punto de inflexión para las deportistas en Afganistán. Se ha convertido en una voz para los refugiados que huyen de su tierra natal y creó una asociación para mujeres afganas.
“Espero que se acabe el juego en Afganistán y que no paguemos el precio de la guerra ni un segundo más. Espero ver una sonrisa real en los rostros de mi gente”.
Jos Boys, inglesa.
Arquitecta y codirectora de The DisOrdinary Architecture Project, fomenta la innovación entre los artistas con discapacidad en relación con el acceso y la inclusión en el diseño del entorno construído.
Boys combina su trabajo de arquitecta con su activismo y también cofundó Matrix Feminist Design Collective en los 1980 y es una de las autoras de Making Space: Women and the Man Made Environment. Ha trabajado como académica en muchas instituciones internacionales, explorando prácticas espaciales feministas para desafiar creativamente los supuestos en el diseño arquitectónico.
En una carrera de 40 años, ha creado conciencia sobre cómo nuestras prácticas sociales y materiales cotidianas se pueden utilizar para ayudar a las personas con discapacidades.
“Necesitamos centrar las diversas experiencias de las personas con discapacidad y otras personas en situación de marginalidad durante el último año, reconociendo esto como un generador creativo para reconfigurar nuestro entorno construido como espacios de cuidado colectivo e interdependencia”.