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¿Qué es un sistema de cuidados y por qué es importante?

Julio Bango, uno de los especialistas más reconocidos en el tema, detalla las mejores prácticas sobre el tema que realizan países latinoamericanos y dice en qué punto se ubica México.

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26 de mayo de 2023

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Ivett Rangel

Sistema de Cuidados, cuidadora/cuidador primario, tareas 24/7, entre otros términos, son cada vez más escuchados con relación a las personas con discapacidad y las adultas mayores, pero qué son y por qué es importante que se conozcan y apliquen. Para saberlo, en Yo También hablamos con Julio Bango, ex secretario nacional del Sistema Integrado de Cuidados de Uruguay, primer país de América Latina en tener uno. 

“Es un conjunto de políticas dirigidas a transformar la organización social de los cuidados en nuestros países. Estamos hablando de resolver los cuidados de todas las personas que lo requieran (niños y niñas, adultos mayores o personas con discapacidad), pero en nuestras sociedades los cuidados han quedado bajo la responsabilidad de las mujeres y es un trabajo no remunerado. 

“Esa organización ya es insostenible, y lo es en el corto y mediano plazo porque las mujeres pierden oportunidades de desarrollar su vida en otros planos, ya sea para tener un mejor ingreso para su familia o para participar en actividades políticas, sociales o culturales o, simplemente, disfrutar de su tiempo libre”, explica Bango. 

Y en la falta de igualdad y equidad se daña también el entramado social, pues se crean sociedades que no pueden generar riqueza al excluir a tantas mujeres con capacidades de sobra. 

“Se crearon sistemas de salud, de educación y de seguridad social, pero no sistemas de cuidados porque se dio por sentado que era un tema que resolvían las mujeres. 

“Ahora se debe construir un sistema de cuidados para romper esa división sexual que es injusta y que genera detrimento para el desarrollo de las mujeres y de las sociedades en general porque el cuidado es de todos y para todos”, señaló. 

Hacia 2010, Uruguay estableció un sistema de cuidados en el que se convocaron a las instituciones gubernamentales involucradas en los cuidados y se reunieron las políticas públicas en favor de la infancia, de los adultos mayores y de las personas con discapacidad, pues todo estaba fragmentado. 

Así se determinó con qué instrumentos y servicios se contaba para empezar a resolver los déficits, implementar acciones y trazarse metas. A 13 años de distancia, reconoció, que el sistema de cuidados de Uruguay no ha logrado abarcar a todos, sin embargo, sirve de ejemplo para otros países en América Latina a los que les urge uno; México no es la excepción. 

“Un sistema de cuidados debe ser universal, requiere recursos para toda la población independientemente de su posición socioeconómica. Pero cuanto tienes recursos limitados, tienes que determinar por dónde empezar, por eso es que en Uruguay se atiende a las personas con discapacidad de 0 a 29 años y a los mayores de 75 años”, detalló. 

Un cambio de vida

Para mostrar los beneficios de un sistema de cuidados, Bango comparte la anécdota de una mujer de 60 años con la que se encontró en un viaje de trabajo. 

“Yo estaba en una ciudad al interior de Uruguay, cuando se me acercó para agradecer que el sistema de cuidados le hubiera cambiado la vida. 

“Era la madre de una joven de 27 años que nació con parálisis cerebral; ella vivía por y para su hija, y no le daba tiempo de nada, y si salía de casa, sentía angustia o culpa, pero con el sistema de cuidados ahora podía contar con asistente personal durante cuatro horas diarias. He vuelto a vivir, me dijo”, recordó emocionado. 

¿Qué necesita México para tener un sistema de cuidados?

México es un país más complejo, con más población pero también con más recursos para aplicar. Está en una fase de arranque con un alto nivel de fragmentación, y todas las políticas de cuidado están en pañales, pero hay un montón de esfuerzos que se están haciendo y hay estados que ya están tomando la iniciativa, no se están esperando a que haya soluciones a nivel federal, y eso es muy estimulante. 

“Que en un país tan grande y diverso, las entidades comiencen a moverse es la señal más positiva de todas”, expresó. 

Y puntualizó que un sistema de cuidados sí es caro, pero es mucho más caro no tenerlo, pues las problemáticas futuras requerirán de una inversión mayor para continuar con el desarrollo de la propia sociedad. 

¿Qué opinan otros países?

“Hay que desnormalizar que todo debe recaer en las mujeres. Ya se habla de licencias de paternidad y de la necesidad de tener horarios flexibles… Las mujeres invierten hasta tres veces más que los hombres en cuidados y tareas domésticas; las mujeres dedican más de 36 horas, mientras que los hombres apenas 14”, dijo  Marcela Guerrero, ex ministra de la Condición de la Mujer y ex presidenta ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres de Costa Rica, país que cuenta con una política (2021-2031) que busca tener un pacto alrededor de los cuidados más allá de los partidos y en 2014 se creó una ley en favor de la infancia. 

“Ya teníamos políticas de cuidado pero sin ninguna perspectiva feminista y eso es muy importante. 

“Colombia es un país de 50 millones de personas, de los cuales siete se encargan de cuidar a tiempo completo, es decir 1 de cada 3 personas. Ya no podemos correr el riesgo, y necesitamos crear un sistema en los próximos 10 años con base en todos los antecedentes que ya tenemos”, señaló Natalia Moreno, gerente de la Política Nacional de Cuidados de Colombia, donde recién se creó el Ministerio de Igualdad y Equidad, que velará por los cuidados. 

Por Ivett Rangel

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