Por Redacción Yo También
Aún no son muchos en cantidad, pero no pasan inadvertidos. Los atuendos de color amarillo-verde fosforescente que utilizan no son la única razón que los hace presentes. Las sillas de ruedas, bastones de diversos tipos y prótesis hacen referencia a alguna de las condiciones de discapacidad con la que viven y que si bien son parte de su vida cotidiana pareciera que muchas y muchos no nos damos cuenta de ello.
Ellos y ellas son parte del Movimiento de Personas con Discapacidad que inició en Ciudad de México y se ha extendido a diferentes estados del país para hacer visibles a la minoría más grande del mundo y de la que México no es ajena: representan a poco más de 21 millones de personas que, según el Censo 2020 del Inegi, vive con alguna discapacidad.
La intención de sus dirigentes y convocantes, que explican en Hacia un movimiento nacional sobre las personas con discapacidad, artículo que publicamos Yo También, es llegar al 3 de diciembre no solo siendo visibilizados por quienes no tienen discapacidad sino hacerlo unidos, como el gran colectivo que son. A poco más de tres meses de su primera meta lo están logrando.
Al menos así ha quedado de manifiesto en foros digitales y en las distintas intervenciones que realizan en calles de Ciudad de México, donde aunque sean grupos pequeños siempre hay presencia de personas de la comunidad sorda o con discapacidad motriz que son usuarios de silla de ruedas o prótesis, o que tienen discapacidad visual y se distinguen por el bastón que utilizan. Es decir, han unido sus diferencias para fortalecer sus coincidencias.

¿En qué consiste la intervención?
Se trata de una manifestación pacífica que aprovecha la luz roja de los semáforos para que los participantes se coloquen sobre el paso peatonal de frente a los automóviles, para mostrar distintos mensajes que llevan en cartulinas que elaboraron.
También gritan algunas consignas, mientras regresan a tiempo a la banqueta para no impedir la circulación de los vehículos.
Sí, es una acción sencilla pero ha impactado. Llama la atención de la gente, que toma fotos, hace preguntas y se detienen a observar.

¿Cómo vivieron la participación?
Jen Mulini, mujer con discapacidad motriz y colaboradora de Yo También, ha estado en esas intervenciones y recabó algunas de las impresiones de los participantes:
Natividad, 45 años, mujer con discapacidad motriz debido a una amputación en la pierna derecha, que vive en la alcaldía Gustavo A. Madero, comparte: “Me sentí muy motivada y con inspiración para hacer muchos y otros movimientos. Porque creo que la ciudad está hecha para coches y personas sin ninguna limitación física e intelectual. Me sentí muy orgullosa por participar en la visibilidad y concienciación de las diferentes capacidades”.
“Lo que más me gustó: es que lo transmitieron en la TV para maximizar la petición, también el apoyo del equipo que nos acompañó, la unión y la calidez del grupo.
Natividad
Daniel Vargas, un joven de 21 años, de la alcaldía Álvaro Obregón, con discapacidad auditiva comenta: “Me sentí muy feliz, me gustaría seguir apoyando a las demás personas con discapacidad. ¡Fue maravilloso!”.
José Luis Vargas, quien también forma parte de la organización de las actividades del Movimiento en la CDMX, dice: “Me sentí muy bien, es una gran oportunidad para hacer un cambio, ¡Es una experiencia maravillosa!”.
Teresa Solalindez, 50 años, de la alcaldía Cuauhtémoc, mujer con discapacidad motriz usuaria de silla de ruedas comenta: “Me sentí emocionada, valiente e integrada a un movimiento que se que hará más qué visibilizarnos. Me encantó ser punta de lanza en CDMX, mi Ciudad”.
Andrés Elek, 46 años, de la alcaldía Cuajimalpa, hotelero y deportista, que vive con síndrome de Aarskog-Scott, el cual causa limitaciones motrices y de aprendizaje, menciona: “Me gustó mucho, se sintió muy buena vibra, me encantó ser entrevistado”.
Agustín García, 41 años, de la alcaldía Álvaro Obregón, diseñador gráfico vive con una discapacidad auditiva, comparte: “Me gustó mucho participar, seguiré apoyando el Movimiento”.